Desde Alta Mar

En estos tiempos en los cuales defender a los “enemigos” del régimen es un delito, me atrevo a escribir sobre uno de los personajes de nuestra historia más vilipendiado por el chavismo, el “Boves bueno”, el taita de los lanceros, el centauro del llano, el General José Antonio Páez. Erguido sobre el lomo de su caballo, rodeado de la polvareda que levantan los cascos de las bestias que cabalgan sus hombre que a todo tropel se abalanzan contra la metralla enemiga, viendo a sus rivales en rigoroso uniforme hondeando las banderas del Rey, se ve el cuerpo vetusto y gallardo de quien es el amo y señor de la planicie llanera venezolana. Las balas de sus rivales no lo tocan, a sus lados yacen los cadáveres de sus compañeros agujerados por el aguacero de plomo que cae de las filas de los españoles, él firme levanta la voz que se dispersa por toda la batalla gritando: Viva la Libertad, carajo. El general que con 157 hombres derrotó en la batalla de Las Queseras del Medio, a las trompas realistas,

Esta semana me siento a escribir de dos temas que considero de vital transcendencia para el país, uno el de la libertad de credo y el segundo de la libertad de expresión, ambos pisoteados por el régimen comunista que encabeza el Jefe de Estado. Empezaré por defender abierta, franca y contundentemente a la Santa Madre Iglesia Católica, quien es tutora de las almas y casa de Dios en la tierra. Los atropellos e indignas aseveraciones de Hugo Chávez Frías son producto del más arcaico sentimiento anti clerical y de la dialéctica materialista de los marxistas. Pretende el Presidente de la República tratar de menoscabar la fe de millones de Venezolanos, impulsando, al suponer su afán comunistoide, de revivir viejas aspiraciones de la izquierda mundial representada en la construcción de una nueva fe “socialista”, pero se equivocó, a pesar de las injurias y exclamaciones ateas que pronunció en contra de la Iglesia y el Santo Padre, hoy más que nunca la feligresía de Dios, se encuentra de pie

Voy a dedicar estas líneas a un llamado de consciencia. La política no es una práctica de antropófagos, pero en este momento existen muchos actores de la llamada alternativa democrática que se han dedicado al canibalismo dentro de su propio seno. Existen personajes del quehacer político estadal que en vez de enfilar sus baterías en contra del avance desmedido del comunismo chavista, se dedican a la proliferación de comentarios y hasta afirmaciones, en contra de sus propios “aliados”. Por estas actitudes es que se han registrado tantas derrotas electorales, porque incentivan la desmoralización de los electores democráticos, e inflan vertiginosamente las ansias de poder de los chavistas. Veo por las redes sociales, a dirigentes de diversos partidos políticos criticarse e inclusive desprestigiar las escasas cuotas de poder que poseen en la actualidad. Estos antropófagos de la política anzoatiguense en vez de criticar los paupérrimos gobiernos de los oficialistas, se dedican a atacar a l