Judas de traje y corbatas
Desde Alta Mar-. Justo al sentarme a redactar este
artículo explotó por todas las redes sociales la noticia: “William Ojeda saltó la talanquera”, mi primera reacción fue dudar de
la veracidad de esa información puesto que me parecía algo increíble, y por
demás traída por los cabellos tal afirmación, pero era cierto, el diputado
electo por las planchas de Un Nuevo Tiempo (UNT), con su acostumbrado verbo
rebuscado, empleó las mismas críticas que viene lanzando a la opinión pública
el ex gobernador de Anzoátegui David De Lima, para arremeter en contra de la
candidatura de Henrique Capriles Radonski.
El otrora abanderado a alcalde en
el municipio Sucre de Miranda le salió al paso a lo que calificó como “las
pretensiones economicistas” que supuestamente engendran un “sector de la
alternativa democrática”. En el criterio de este humilde columnista la
aseveración de Ojeda, como la de De Lima, responden a un plan diseñado desde el
Gobierno para ametrallar el ascenso del candidato del progreso.
El guión que manejan David De Lima,
William Ojeda y Pedro Rondón es idéntico; los tres voceros del neo-oficialismo
pretenden mostrarse como dirigentes independientes o de la oposición que se
separan de Capriles Radonski porque supuestamente éste va a reeditar el
paquetazo de Carlos Andrés Pérez, con lo cual buscan despertar en los electores de cierta
edad el mal recuerdo de los años movidos y tumultuosos del carlosandrecismo en
el poder.
Sinceramente confieso mi repudio
al neoliberalismo aplicado por Pérez que trajo como consecuencia una explosión
social y dos golpes de estado, pero también afirmo que las pretensiones tanto
de Capriles como de quienes dirigen la candidatura del progreso están dirigidas
a un norte totalmente diferente al que le pretenden achacar los nuevos coyotes
de la política nacional.
De Lima, quien en reiteradas
ocasiones ha pedido un debate de ideas, le responderé que cuando él quiera
podemos disertar sobre la verdadera propuesta de inclusión, progreso,
desarrollo y esperanza que encarna el caminante Capriles, e inclusive se puede
discutir sobre el “documento” que viene mostrando como trofeo de guerra en cada
uno de los programas de televisión a los que asiste.
Tanto David De Lima, como William
Ojeda, quienes en el pasado muy reciente dirigieron sus filosas lenguas, y
oratorias de alto nivel en contra de lo que ellos calificaban como la
“dictadura del chavismo”, hoy sabrá Dios porque razones, emplean esas mismas
verborreas con el objeto de intentar hacer mella en la solidez de la aspiración
de Capriles.
Rechazo el neoliberalismo
carlosandrescista, rechazo la entreguista posición de los judas modernos de
traje y corbatas, y reitero a todos mis lectores que nadie le lanza piedra a un
árbol que no da frutos. Hay Un Camino.
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