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Mostrando entradas de septiembre, 2017

El flojo

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz) -. Hace cuatro años enviaron a un flojo a Anzoátegui. A pesar de todos los cargos que había ocupado, y de su verborrea fácil y ponzoñosa, el representante del régimen de oprobio  lo que hizo, desde que llegó,  fue vacacionar en el estado. Durante los dos primeros años disfrutó el tiempo gozando las mieles del poder, y todo lo que esto implica. Y en las primeras de cambio, el flojo dejó entendiéndose a hasta a sus más cercanos colaboradores. Durante el periodo que estuvo aquí no solucionó ninguno de los problemas que padecían, y podemos de decir que éstos se agravaron gracias a su ineficiencia. El flojo hizo galas de su incapacidad gerencial. Las calles de la ciudad continuaron rotas, la inseguridad creció, los vicios en la administración pública tomaron cada vez más cuerpo. Bajo su timón, el barco quedó a la deriva; en los dos años que estuvo presuntamente gobernando la región, la entidad cayó en un retraso aún peor que el protagonizado

Ayuditas

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz) -. El Gobierno venezolano no puede ver que le pase algo a alguien en cualquier parte del mundo porque sale corriendo con la chequera en la mano. Llegó el huracán Harley a Texas, y Maduro ordenó mandarle unos cuantos dolaritos para ayudar a la reconstrucción de aquella región de los Estados Unidos. Solícitos salieron a prestarle “socorro” a la mayor potencia económica del mundo. ¿Qué pasó con el antiimperialismo? Luego se vino Irma, y Nicolás Maduro nuevamente fue a echarle una mano a las islas del Caribe. Antigua y Barbados, Las Bermudas, San Martín, y como dejar por fuera a Cuba, fueron los beneficiados de la “ayudadita” que desde Miraflores enviaron para prestar apoyo a aquellas latitudes.   Después le tocó el turno al huracán María. El Canciller de la República, Jorge Arreaza, a través de su cuenta de Twitter anunció que Venezuela estaba lista para asistir al pueblo de Dominica afectado por el fenómeno climatológico. Esta política

¿Qué es votar?

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz) -. Siempre hemos concebido el acto de votar como un derecho, el cual ejercemos o no de acuerdo al termómetro político y nuestro estado de ánimo. Desde hace mucho tiempo se vienen levantando las voces para considerar al voto como un deber ciudadano, el cual todos tenemos que asumir y materializar. Actualmente, el voto es un derecho. Esto nos permite evaluar que la abstención no deslegitimará un proceso electoral. Según el principio legal, cada hombre o mujer del país tiene la oportunidad de expresarse en elecciones abiertas, universales y secretas y si alguno, por diversas razones, no vota, este hecho se le resta transcendencia al resultado. En los comicios parlamentarios del 2005, la oposición decidió no votar. ¿Esto restó legalidad al Parlamento que se eligió? ¿Esto laceró de alguna forma la fuerza política del régimen? La respuesta es una sola: N o. Entonces, la abstención no es una herramienta válida, no sirve para los propósitos