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Mostrando entradas de julio, 2018

Aquellas Historias (II)

Opinión -. El carruaje,   con finos labrados en sus puertas y bordes de un oro brillante, causó la admiración de todos los vecinos cuando se detuvo justo al frente de la vieja casona de Doña Petrolina. El chófer, elegantemente vestido y con un sombrero de copa al estilo inglés, que provocó la burla de unos niños que correteaban por el lugar, se apeó del aquel vehículo empujado por unos bellos caballos de pelaje blanco reluciente. Con lentitud y firmeza tocó la puerta de “Los Embrujos”, pero nadie respondía. Doña Joaquina Urrutia de Las Salas, esposa del Capitán General, Don Jorge Rodríguez Casado, pasaba moviendo con frenesí su abanico, mientras murmuraba al oído de Doña Concepción Marcano viuda de Orejuela Jiménez. - Dios mío, ahora qué estará tramando esa mujer - dijo Doña Joaquina, mientras el rostro de su interlocutora se iba pintando de un rubor que asemejaba a una insolación. - Ave María Purísima - contestó la otra, quien se hizo la señal de la cruz y volteaba s

Aquellas Historias (I)

Opinión -. El gran ventanal de la casona estaba abierto de par en par, desde las caminerías de piedra y adoquines, los transeúntes hacían resonar sus botas y calzados finos mientras instintivamente volteaban su mirada a ver en el interior de aquella casa. Los mozalbetes giraban sus cabezas curiosos por ver la imagen enflaquecida de la "bruja libertina", y los más adultos lo hacían por si Dios los bendecía con algún vistazo furtivo de las hijas de Doña Petrolina. Las mismas señoronas, con sus peinados como cerros en sus cabezas, sostenidas por una peineta que servía de dique de contención a aquel río de cabellos, sentían la curiosidad de ver dentro de la Quinta "Los Embrujos". En más de unas ocasión las mujeres apuraban el paso llevándose a empellones sus esposos, o por lo menos les pellizcaban el brazo para evitar que éstos giraran en dirección de la vieja casona, donde se dice que el mismo diablo va a tener orgías con Petrolina y sus vástagas de senos

Ironías

Opinión -. Una tarde iban dos paisanos caminando sumidos en sus propios pensamientos y problemas, sin percatarse chocaron, e inmediatamente después de reaccionar cada cual con algo de violencia, se reconocieron y festejaron el afortunado encuentro. La alegría se expresó en un fuerte apretón de manos seguido de un abrazo de palmadas en las espaldas. El primero preguntó por la familia del segundo, y así estuvieron por unos cuantos segundos. -¿Qué es de su vida? ¿Cómo me lo tratan? Fueron algunas de las preguntas que se cruzaron. -Y, cuénteme. Lo veo más delgado y sano. ¿Está haciendo dieta o en el gimnasio? Quien era objeto de la interrogante saltó como asustado, arqueó sus cejas pobladas, así al mejor estilo de Julio Borges, y respondió: “claro vale, la mejor dieta de todas. La de Maduro”. Y sin darle oportunidad a su entrañable amigo enfiló sus baterías para regresarle la pregunta. ¿Y tú, también te ves muy sano y jovial, qué has hecho para estar de esa forma? S

País de nostalgias

Opinión -. Me despierto y tomo mi celular, en él leo un mensaje de Whatsaap de un excompañero de clase quien mandó una cadena despidiéndose   de sus contactos porque ese mismo día tomaría un avión que lo llevará a otras tierras. Más tarde, un post en Instagram, otro amigo que tomó la decisión. Más adelante, esta vez en Facebook un familiar redacta lo que fácilmente pudiéramos llamar un “storytelling” de sus primeras andanzas en Chile. Otro estado, y más de un stories en Instagram van contando la misma historia de despedidas, de adioses y de búsqueda de dólares para partir. Una generación entera ha decidido irse del país. En las redes sociales abundan más los contenidos sobre lo que viven los venezolanos en medio del invierno del sur de continente o de sus vivencias en la vieja Europa, que del día a día de los venezolanos. Nuestros connacionales se suman a la lista de aquellos que no aguanta más, que están botando tierrita y dejando la partida a medio jugar dentro de V