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Mostrando entradas de 2018

Aquellas Historias (IX)

– Es un francés -   dijo como si aquella nacionalidad fuese sinónimo de lepra. – No podemos permitir que siga haciendo de las suyas por las calles de la ciudad – siguió atacando Don Sebastián Ponte y Carrillo. Estaba sentado en su vieja silla de cuerdo de venado, tejido con finos hilos dorados, estaba excitado, su respiración era forzosa y en ocasiones parecía que perdía el aliento por completo. El jefe de la Guardia del Rey, detestaba al francés tanto como odiaba quitarse sus botas. Estiró sus piernas al sentirse liberado de la prisión de aquel calzado negro, lleno de polvo, barro y excremento de perro. Soltó su suspiro de alivio, alzó su mirada al techo de su casa, y no tardó en continuar sus críticas en contra de su enemigo. - Si en este lugar hubiese ley, ese tipejo estaría en un calabozo – Volteó el rostro hacia un negro de nariz amplia, ojos del mismo ébano de su piel, labios finos como de blanco y paso silencioso. Traía consigo una ponchera de peltre rebosante d

Aquellas Historias (VIII)

Opinión -.   La impaciencia dominaba a José Antonio, había pasado una semana desde que llevó la carta al Puerto de La Guaira, y hasta la fecha nadie más de la Orden lo había contactado. «Sería, tal vez, que fue víctima de un engaño» la idea le martillaba la cabeza, daba vueltas días tras día. Todas las tardes regresaba al nido de borrachos donde fue contactado y nadie aparecía. ¿Todo había sido un sueño? Era imposible. Se había topado en un par de ocasiones a Don Antoine y a su fiel acompañante, pero éstos lo ignoraron a pesar de él acercarse. Se levantó del taburete donde absorbía de una cuchara de madera un caldo de pollo que la India María, su madre, le había servido. Le pidió la bendición a su madre, quien apenas le dio tiempo de responder y de hacer la señal de la cruz. Salió de su casa, no aguantaba más estar allí. Caminó por el empedrado, saludó cortésmente a los transeúntes, y marcialmente a los comandantes que paseaban con sus señoras esposas del brazo. E

Aquellas Historias (VII)

– Qué tanto dinero por ese esclavo - decía exaltado Don Efraín Dos Passos, su rostro se coloraba, y sus manos temblaba, a pesar de ser un hombre de muchísimo dinero, nunca fue persona de malgastarlo o de regalarlo a cualquier. - Son unos trúhanes, trúhanes, trúhanes - repetía con todas sus fuerzas, las venas de la sien se marcaban más y más. Volteó con   ira cuando sintió una mano en su hombro derecho. Estuvo aun paso de asestarle un golpetazo a aquel que lo sujetaba con amabilidad y afán de aprecio. Pero, justo antes de levantar su mano ya apretada, reconoció aquella persona. Don Antoine Feraud estaba allí sonriente, complaciente. Su cara de felicidad no tenía igual, era una mezcla de la alegría de ver a su amigo y de poder calmarlo. - Su merced jamás cambia, puedes comprar miles de esclavos cien veces más caros- dijo sin dejar de esbozar aquella amplia sonrisa. Más atrás Kyle Brennan no apartaba su mirada de la escena. Y en contraste del rostro de su fiel acompa

Aquellas Historias (VI)

Opinión -. Estaba acostada en su grande y acolchonada cama, siempre rodeada de almohadas rellenas de plumas de garza. Su mirada colocado justo en un punto fijo en el techo de madera fina. María Auxiliadora, no podía quitarse de la mente aquella reunión social. Mientras su madre se mostraba feliz, conversando con aquellas personas que juzgaba de su condición. Como en una especie de regreso triunfal a la alta sociedad, y sus hermanas jugaban con otros niños de su edad, a ella un sortilegio de impresiones y significados la hundieron en un mar de dudas. No se olvidaba como los caballeros, además de sus finas ropas, civiles o militares, todos tenían en alguna parte de su cuerpo aquel símbolo. El círculo dorado que envolvía a una cruz morada y a una calavera de plata, le seguía intrigando. Pero, en lo más profundo de su corazón no podía preguntarle a nadie lo que significaba. Temía lucir como una intrusa y ser expulsada del lugar, o pasar por una tonta. Su curiosidad se ele

Aquellas Historias (V)

La butaca era grande. Su espaldar sobrepasaba su cabeza por casi 20 centímetros, y estaba coronada por dos puntas de lanzas de hierro. Su respaldar estaba acolchonado con una tela muy suave de plumas de garzas, al igual que el asiento. Sus manos reposaban en dos brazos que se conectaban a través de una especie de garra felina con las dos patas delanteras de la silla. Lentamente, Don Efraín Dos Passos libaba con calma aquel vino añejado, dulce y tibio que le daba paz. Recordaba sus días en Portugal, sus negocios, su vida. Allá en esa “Tierra Firme” a donde fue a parar no le agradaba nada. Ni la gente, ni el comercio, ni las leyes. ¿Qué hacía allí? Era la pregunta habitual que palpitaba en su mente como si fuera el propio corazón que dominara su capacidad intelectual. Los dedos de su diestra jugaban con el filo abultado y redondo de la copa, mientras la zurda sostenía con vigor aquel envase hecho de plata y que relucía con los rayos del sol que se colaban por una ventana mal cerrada

Aquellas Historias (IV)

Opinión -. Se atragantaba la jarra de vino como si fuese agua, su amarilla barba se teñía del rojo de aquella bebida que a pesar de consumirla a sorbos enormes no lo embriagaba. Pasándose por los labios la manga de la camisa ennegrecida por el sucio del sudor que expedía, miró a los ojos a quien fungía como jefe de la misión y le preguntó. - Creéis en verdad que ese mocito de escuadra, no sospechará nada - fue la pregunta que disparaba con certera puntería. - Aquí no importa lo que crea o no. Habéis escuchado tú mismo la orden. El muchacho debía llevar la carta él mismo. Ahora, sin dudarlo, se sentirá uno de nosotros -   la carcajada de Don Antoine Feraud resonó a todo lo ancho y largo de la taberna. Su acompañante, el fiel Kyle Brennan , no aguantó las ganas de mofarse y lo hizo. Hasta remedó a José Antonio con aquella cara de miedo, manos temblorosas y mirada confusa, justo en el momento en que en la Orden de la Cruz Violeta le entregaron la misiva dirigida a los herm

Aquellas Historias III

A todo galope, con una mano en las riendas de su alazán negro y la otra en su sombrero puntiagudo,   se veía desesperado. Las gotas de sudor caían como una cascada y se perdían   entre el polvo levantado por los cascos del animal que andaba caminos como una gacela.     Su pensamiento era una nubosidad en pleno invierno. Pensaba en el papel que estaba jugando en aquella tarde; justo él, hijo ilegítimo de un isleño y de una india, un hombre que había sido rechazado por la sociedad y que sus propios compañeros de armas lo tratan con desdén, era el protagonista de aquella historia. Hace dos días José Antonio Carrasco, era un simple soldado de infantería que pasaba sus tardes jugando a los dados y tomando ron barato en el establecimiento de Don Ezequiel y durmiendo en el catre que su madre siempre tenía acomodado esperándolo.   Era una vida simple que no percibía en un horizonte tempestades. Hasta aquel día. Ese viernes 20 de mayo, cerraba un negocio colocándole dos moneda

Aquellas Historias (II)

Opinión -. El carruaje,   con finos labrados en sus puertas y bordes de un oro brillante, causó la admiración de todos los vecinos cuando se detuvo justo al frente de la vieja casona de Doña Petrolina. El chófer, elegantemente vestido y con un sombrero de copa al estilo inglés, que provocó la burla de unos niños que correteaban por el lugar, se apeó del aquel vehículo empujado por unos bellos caballos de pelaje blanco reluciente. Con lentitud y firmeza tocó la puerta de “Los Embrujos”, pero nadie respondía. Doña Joaquina Urrutia de Las Salas, esposa del Capitán General, Don Jorge Rodríguez Casado, pasaba moviendo con frenesí su abanico, mientras murmuraba al oído de Doña Concepción Marcano viuda de Orejuela Jiménez. - Dios mío, ahora qué estará tramando esa mujer - dijo Doña Joaquina, mientras el rostro de su interlocutora se iba pintando de un rubor que asemejaba a una insolación. - Ave María Purísima - contestó la otra, quien se hizo la señal de la cruz y volteaba s

Aquellas Historias (I)

Opinión -. El gran ventanal de la casona estaba abierto de par en par, desde las caminerías de piedra y adoquines, los transeúntes hacían resonar sus botas y calzados finos mientras instintivamente volteaban su mirada a ver en el interior de aquella casa. Los mozalbetes giraban sus cabezas curiosos por ver la imagen enflaquecida de la "bruja libertina", y los más adultos lo hacían por si Dios los bendecía con algún vistazo furtivo de las hijas de Doña Petrolina. Las mismas señoronas, con sus peinados como cerros en sus cabezas, sostenidas por una peineta que servía de dique de contención a aquel río de cabellos, sentían la curiosidad de ver dentro de la Quinta "Los Embrujos". En más de unas ocasión las mujeres apuraban el paso llevándose a empellones sus esposos, o por lo menos les pellizcaban el brazo para evitar que éstos giraran en dirección de la vieja casona, donde se dice que el mismo diablo va a tener orgías con Petrolina y sus vástagas de senos

Ironías

Opinión -. Una tarde iban dos paisanos caminando sumidos en sus propios pensamientos y problemas, sin percatarse chocaron, e inmediatamente después de reaccionar cada cual con algo de violencia, se reconocieron y festejaron el afortunado encuentro. La alegría se expresó en un fuerte apretón de manos seguido de un abrazo de palmadas en las espaldas. El primero preguntó por la familia del segundo, y así estuvieron por unos cuantos segundos. -¿Qué es de su vida? ¿Cómo me lo tratan? Fueron algunas de las preguntas que se cruzaron. -Y, cuénteme. Lo veo más delgado y sano. ¿Está haciendo dieta o en el gimnasio? Quien era objeto de la interrogante saltó como asustado, arqueó sus cejas pobladas, así al mejor estilo de Julio Borges, y respondió: “claro vale, la mejor dieta de todas. La de Maduro”. Y sin darle oportunidad a su entrañable amigo enfiló sus baterías para regresarle la pregunta. ¿Y tú, también te ves muy sano y jovial, qué has hecho para estar de esa forma? S

País de nostalgias

Opinión -. Me despierto y tomo mi celular, en él leo un mensaje de Whatsaap de un excompañero de clase quien mandó una cadena despidiéndose   de sus contactos porque ese mismo día tomaría un avión que lo llevará a otras tierras. Más tarde, un post en Instagram, otro amigo que tomó la decisión. Más adelante, esta vez en Facebook un familiar redacta lo que fácilmente pudiéramos llamar un “storytelling” de sus primeras andanzas en Chile. Otro estado, y más de un stories en Instagram van contando la misma historia de despedidas, de adioses y de búsqueda de dólares para partir. Una generación entera ha decidido irse del país. En las redes sociales abundan más los contenidos sobre lo que viven los venezolanos en medio del invierno del sur de continente o de sus vivencias en la vieja Europa, que del día a día de los venezolanos. Nuestros connacionales se suman a la lista de aquellos que no aguanta más, que están botando tierrita y dejando la partida a medio jugar dentro de V

Mango, sardinas y yuca

Por José Dionisio Solórzano Opinión -. Más y más venezolanos están sobreviviendo tan sólo con el consumo de mangos, sardinas y tubérculos, sobre todo   la yuca. Para millones de ciudadanos este es su único alimento diario, porque sus menguados ingresos no le permiten para más. La crisis de alimentación no es un juego; la imposibilidad de poder mantener una adecuada alimentación ha empujado a millones de venezolanos a tomar la decisión de emigrar dejando a la nación sin   cerebros, conocimientos, experiencias y mano de obra capacitada. La falta de comida es aguda. Y el Gobierno nacional solo se empeña en hacer grandes esfuerzos para ocultar la gravedad de la realidad y negar lo que se siente y se ve en todos los rincones de Venezuela. En los sectores populares vemos como el consumo de sardinas crece de forma vertiginosa. Observamos como personas solo comen mangos antes de irse a comer, y como decenas de miles de ciudadanos solo se llevan a sus bocas retazos de verduras,

Una de tantas… historias

Opinión -. Se levantó aquel día, todo parecía normal, en medio del caos institucionalizado en el país, estrujándose los ojos como signo inequívoco que necesitaba despertarse completamente, caminó entre tropiezos y a ciegas hasta el cuarto de baño. Trató de exprimir la ya seca pasta de dientes, mientras el grifo solo expedía de sus entrañas aire acumulado en la tubería. Entre un pellizco de dentífrico y el agua de una ponchera al lado del lavabo, aquel venezolano terminó de asearse. Se puso sus pantalones, abotonó raudo su camisa y calzándose los zapatos de a brincos  salió rumbo a la selva de necesidades en el cual se ha transformado su ciudad. Primero, esperó horas y horas para que un autobús, buseta o carrito por puesto llegase hasta la parada. A pesar de haber salido de su casa antes que el sol despertase, ya el día iba calentando y aún le quedaban muchas personas por delante en la fila. Y súbito, aparecieron dos camiones 350 con barandas, como lo que se utilizan pa

Barcelona no se rinde

Opinión -. "Barcelona no se rinde", con esta aseveración quien fuese el candidato de la oposición a la Alcaldía de Barcelona y actual Secretario General de Acción Democrática (AD) en la capital de Anzoátegui, Plácido Malavé, encabezó una protesta en contra del hambre. Esta iniciativa simbolizó un despertar de la alternativa democrática no solo en Barcelona sino en todo el estado; Plácido Malavé rompe el silencio y la pasividad de los factores democráticos y con su equipo se lanzó a la calle. En la actividad responsabilizaron a Nicolás Maduro de la aguda crisis de hambre que se vive en todos los rincones de Barcelona y del país. Dijo que la desnutrición es el mayor legado de un régimen perverso. El líder de los adecos recriminó la donación de 12 toneladas de alimentos que Maduro le envió a Cuba siguiendo las órdenes de Miguel Díaz Canel, presidente cubano. Durante la caminata por el Bulevar 5 de Julio y en la concentración en la Plaza Bolívar de Barcelona, Pl

Kellogg’s

Por José Dionisio Solórzano Opinión -. Para Nicolás Maduro la Kellogg's debe ser como un símbolo "decadente" del capitalismo, una demostración viva de ese estilo  de vida "depravado" de los norteamericanos. El cierre de Kellogg's debe ser para el régimen como un fresquito que le llena de satisfacción y placer, deber ser como un goce indescriptible de objetivo logrado. A Maduro no le interesa para nada los 400 trabajadores que quedan en la calle, para él es indiferente los puestos indirectos que desaparecen y la pérdida de ingresos fiscales por impuestos. Para un "buen socialista" el triunfo radica en decir la palabra "expropiación" o "toma de la fábrica", ellos prefieren reinar sobre los escombros que hacerlo sobre ideas de progreso y bienestar para la gente. Kellogg's se suma a la lista de víctimas de un modelo político y económico que lleva a la destrucción a todos a su paso; esta industria cesante es e

Trump y Pence

Opinión -. La dupla en el poder gringo no quita su mirada de América Latina, en especial de Venezuela y de Cuba. Pareciera que Donald Trump quiere dejar como parte de su legado presidencial la liberación del sur del continente de la influencia socialista. Mike Pence, el hombre detrás de Trump, ha enfilado sus baterías contra el régimen venezolano en la Organización de Estados Americanos (OEA), en la misma magnitud que desde la Casa Blanca siguen sancionando a funcionarios criollos. La estrategia es dinamitar las escasas fortalezas que le restan a Maduro, mientras que la propia crisis interna le corroe su capacidad de respuesta; y todo agravado por la presión económica de los chinos contra Venezuela y el "mucho ruido y pocas nueces" de los rusos. El panorama político internacional no es nada agradable para Nicolás Maduro; cada vez son menos los gobiernos que lo apoyan, y aquellos que se mantienen "rodilla en tierra" están padeciendo sus propias hecatomb

Aquellos tiempos

Opinión -. Rondaban los días de la década de los 90; en la televisión se hablaba de crisis, los dirigentes de la izquierda de entonces mantenían dos guerras a muerte, la primera era contra el “sistema” y la segunda contra los peines. El venezolano de clase media se quejaba por cualquier tontería, los periodistas tenían la libertad de realizar reportajes de profundidad con relación a cualquier tema que se le ocurriese. Los supermercados estaban abarrotados de alimentos, y en el cerro cada fin de semana se prendía el bonche o la rumba. Las agencias de carros tenían vehículos para vender, las panaderías pan y las farmacias medicamentos, era una Venezuela distinta, era el país dominado por el capitalismo. En aquellos tiempos leíamos y veíamos los dimes y diretes de los dirigentes de Acción Democrática y los de Copei; las campañas eran con una rivalidad sana y profundamente democrática. Las marchas y caravanas blancas o verdes, era como la versión política del enfrentamien

Ni vegetarianos

Opinión -. Al momento de escribir esta columna, el kilo de la carne de res sobrepasó el millón de bolívares, con lo cual se evidencia el fracaso total del modelo económico que propugna Nicolás Maduro y su séquito. Desde hace mucho tiempo los venezolanos dejamos de comer carne, pollo y pescado; a duras penas, y en algunos casos, se consumen sardinas que más o menos le dan contexturas a los raquíticos platos de "comida". Nuestra gente optó por ser vegetarianos, y este paso se dio no por decisión sino por la obligación o mejor dicho por la necesidad que dispuso las circunstancias que golpean la vida de millones de ciudadanos. El hambre ha empujado a decenas de familias a mitigar el ardor de sus estómagos vacíos ingiriendo kilos de yuca sancochada o de auyama. Han sido los vegetales las únicas soluciones o paliativos ante la crisis de alimentación. Quienes tenían la dicha de conseguir algo de carne para guisar o de pollo lo rendían echándole papas o berenjenas pa