Ayuditas

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz)-. El Gobierno venezolano no puede ver que le pase algo a alguien en cualquier parte del mundo porque sale corriendo con la chequera en la mano.

Llegó el huracán Harley a Texas, y Maduro ordenó mandarle unos cuantos dolaritos para ayudar a la reconstrucción de aquella región de los Estados Unidos.

Solícitos salieron a prestarle “socorro” a la mayor potencia económica del mundo. ¿Qué pasó con el antiimperialismo?

Luego se vino Irma, y Nicolás Maduro nuevamente fue a echarle una mano a las islas del Caribe. Antigua y Barbados, Las Bermudas, San Martín, y como dejar por fuera a Cuba, fueron los beneficiados de la “ayudadita” que desde Miraflores enviaron para prestar apoyo a aquellas latitudes.  

Después le tocó el turno al huracán María. El Canciller de la República, Jorge Arreaza, a través de su cuenta de Twitter anunció que Venezuela estaba lista para asistir al pueblo de Dominica afectado por el fenómeno climatológico.

Esta política de bolsillo alegre, no es en lo absoluto nueva. Desde hace mucho tiempo quienes ostentan el poder disfrutan regalando lo que no es suyo, sino de todos los venezolanos.

Primero Chávez y ahora Nicolás, se han afanado en construir carreteras, hospitales, aeropuertos, crear sistema óptimo en el suministro de gas doméstico, pero todo en las islas del Caribe y Sur y Centro América, y nada para el pueblo venezolano.

Y es que, es obvio que no aparecemos en la lista de los beneficiarios de nuestro propio dinero, que sale de la venta del petróleo, que se supone es de todos los venezolanos.

Mientras en los barrios de toda la nación la carestía aumenta, desde el Ejecutivo salen corriendo para entregar lo poco que nos queda a los cubanos, haitianos, y paremos de contar, porque la lista es excesivamente grande.

Las neveras vacías de los venezolanos es lo opuesto a los lotes de comida que Maduro autoriza para enviar a las naciones golpeadas por huracanes, terremotos y afines.

No quiero,  por nada de este mundo, que ustedes confundan mis palabras con egoísmo o ausencia de humanidad. No obstante, ayudar es bueno, pero se debe socorrer primero a tu gente, a los venezolanos que se encuentran pasando hambre y necesidad.

El gobierno es claridad de la calle y oscuridad de la casa, para citar a mi señora madre. (Típica expresión que esboza desde la cocina).

En fin, los venezolanos estamos solamente recibiendo las migajas, luego dela repartición que en Miraflores hacen de nuestro países y de nuestros recursos como nación.

Tal vez, y creo que no nos queda de otra, tenemos que citar a la célebre y famosa dirigente política, María Bolívar, para pedirle a alguien que nos “eche una ayudaíta”, porque con el régimen nadie en Venezuela puede contar.



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