¿Qué es votar?

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz)-. Siempre hemos concebido el acto de votar como un derecho, el cual ejercemos o no de acuerdo al termómetro político y nuestro estado de ánimo.

Desde hace mucho tiempo se vienen levantando las voces para considerar al voto como un deber ciudadano, el cual todos tenemos que asumir y materializar.

Actualmente, el voto es un derecho. Esto nos permite evaluar que la abstención no deslegitimará un proceso electoral.

Según el principio legal, cada hombre o mujer del país tiene la oportunidad de expresarse en elecciones abiertas, universales y secretas y si alguno, por diversas razones, no vota, este hecho se le resta transcendencia al resultado.

En los comicios parlamentarios del 2005, la oposición decidió no votar. ¿Esto restó legalidad al Parlamento que se eligió? ¿Esto laceró de alguna forma la fuerza política del régimen? La respuesta es una sola: N o.

Entonces, la abstención no es una herramienta válida, no sirve para los propósitos de liberación nacional, y menos para avanzar hacia la consecución de la protección de nuestros estados y ciudades.

Votar, en la actual coyuntura nacional, es un acto de resistencia civil y de rebeldía constitucional.

Hemos aseverado, una y otra vez, que el régimen de Nicolás Maduro no desea que votemos, por lo tanto, la participación masiva del pueblo en las elecciones regionales es un duro golpe a la estrategia del régimen.

Afirmar que un voto legitimaría al régimen, es sencillamente incongruente.

La desautorización política, moral y operativa del modelo político que nos rige no la borran los votos, y menos si el gobierno pierde, como perderá si votamos masivamente, sino que la avalancha de participación democrática reafirmará que la inmensa mayoría del pueblo repudia a Maduro y a su sistema.

La deslegitimación de del Gobierno está en sus acciones, en la violación de los Derechos Humanos, en el encarcelamiento de la dirigencia política y estudiantil del país. La opinión del mundo no cambiará, sino que se consolidará, con los resultados de los comicios de octubre.
En estos días, votar es desobedecer al régimen, es gritar nuestro rechazo, es liberar al país del miedo, de la opresión y de las consecuencias de la influencia de quienes ostentan el poder político.

Si somos demócratas debemos actuar como tal; si creemos que somos mayoría debemos actuar como esto. La abstención es huir cuando tenemos la mayor opción de ganar. Abstenernos es dejar que el contrario gane, y sin luchar.

La abstención es perder sin intentarlo, es regalarle al país a aquellos que lo han destruido. Por esto tenemos que votar.

¡Así de sencillo!


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