Acuérdense de Cuba

Escuchaba con atención al Presidente de la República cuando decía “exprópiese a la cadena de automercados franco-colombiana Éxitos”, era como si el reloj de la historia emprendiera su marcha al pasado y en la imaginación se viera la imagen de un Fidel Castro más joven, con la barba negra diciendo “todas las compañías gringas pasan hacer propiedad de la revolución”.
Luciera que estamos dando zancadas hacia el pasado, la mente del Presidente de la República nos está llevando a ir al abismo de lo peor del siglo XX, se le olvida al mentado comandante de Sabaneta, que el Muro de Berlín cayó y con él la esperanza de la izquierda marxista; la perestroika fue una puñalada en el omoplato del cuerpo del socialismo científico.
Hugo Chávez, trata de levantar el cadáver insepulto de la izquierda continental, su último vestigio real, es el enfermo y adolorido espíritu de Fidel Castro, que languidece en la cómoda y acolchonada cama de la Habana. La izquierda marxista, perdió la brújula hace mucho tiempo, el mar de la felicidad hace muchas décadas se convirtió en la isla de la perdición.
Miles de cubanos viven con la sombra de la delación, de sus propios compatriotas. Acuérdense de Cuba, le recuerdo sin cesar a mis lectores, Fidel Castro acabó con su nación, pero su hermano, cual dinastía borbona, aún se mantiene en el poder, ¿podemos los venezolanos permitir que nazca en la nación una fe hereditaria en torno a la familia de los Chávez Frías?, la respuesta es sencilla: No.
Hoy el Presidente de la República expropia una cadena de mercados, pudiéramos decir que es una estocada a los grandes intereses transnacionales, que nada tenga que ver con el pueblo de a pie, pero esto apenas comienza, primero hablamos de Bolivarianismo, después pasamos a humanismo, ahora nos adentramos en el socialismo, que viene después sino el comunismo en su máxima expresión.
Ya lo dice Chávez, “esta Constitución, es de transición”, el prosigue pensando en su “roja, rojita”, en una Carta Magna que lo beneficie a él en lo personal, pero que someta al resto de la población a una vida bajo el yugo de sus cadenas. Tenemos que decretar la guerra ideológica, social y política al comunismo, el continente está dando demostraciones de lo “asqueado” que está de la izquierda, los hechos en Honduras, el triunfo de un derechista en Panamá, la alta popularidad de Álvaro Uribe Vélez, y recién electo presidente de Chile, el derechista Sebastián Piñera, no representan episodios aislados, sino un movimiento histórico de la sociedades del continente en contra del socialismo-comunismo, sin duda que ahora le toca a Venezuela.
Los venezolanos tienen que acordarse de Cuba, cuando en septiembre de este año, le toque visitar nuevamente los centros de votación, una nueva Asamblea Nacional roja, rojita, significaría un paso más a la cubanización, es la hora de despertar.

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