26 de septiembre

Faltan escasos días para la contienda electoral para elegir a los nuevos representantes al parlamento nacional y el Latinoamericano, por un lado el Jefe del Estado pretende convertir el proceso de consulta en un plebiscito, para de esta forma empujar a sus abanderados en las distintas circunscripciones, por el otro existe un sentimiento de necesidad de unidad para alcanzar una mayoría en el Hemiciclo y ponerle un coto definitivo a las pretensiones del oficialismo.
Aunque el clima reinante en la contienda no ha sido en más eufórico, ni motivador, desde ninguno de los tres banco, si incluimos las candidaturas de Patria Para Todos y del Movimiento Ecológico como una tercera vía, por el contrario el proceso de campaña no ha pasado de ser un procedimiento de llamado, en algunos casos timorato, al voto.
Como militante de la participación democrática creo en la necesidad del voto, una prioridad para poder alcanzar las metas que nos proponemos en la obtención de las expectativas ya trazadas, quienes somos jóvenes creemos necesariamente en un relevo generacional, ese que encarna en el municipio Urbaneja el alcalde Víctor Hugo Figueredo, ese que emerge y reclama sus espacios de acción.
Se dice mucho en los predios políticos que este 26 de septiembre nos estamos jugando Rosalinda, desde ambas aceras este refrán toma más fuerza, pero igual no las hemos jugado en los procesos de la Reforma del 2007 y de la Enmienda en el 2009. Como integrante de la familia demócrata cristiana de este país hago un fervoroso llamado al voto, por cualquiera de las opciones que le agrade al electorado, pero sí es preferiblemente por las tarjetas que profesan el humanismo cristiano mucho mejor.
Creo, sin duda alguna, en la convicción que Copei debe enfilar sus fuerzas a una recuperación sincera y enérgica de su caudal político, una organización que fue un emblema de ética, como decía el Dr. Rafael Caldera, la reserva moral de la nación, hoy más que nunca debe ser un paladín en la defensa de los ciudadanos, y que mejor oportunidad de demostrar su fortaleza que en las próximas elecciones del 26 de septiembre.
Para la cita comicial todos debemos salir a sellar nuestro compromiso con el país, la abstención es la herramienta de aquellos indolentes que se ocultan de sus propios temores, el abstencionistas es un suicida de la política, es un auto censor de las propias críticas y opiniones.
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