Crónica de un abuso
Existe un sentimiento de frustración en muchos de los vecinos que habitan dentro del Complejo Turístico El Morro gracias al inicio inconsulto por parte del Ejecutivo Regional de una obra que echa por tierra los planes urbanísticos de esta enorme área residencial en el municipio Urbaneja.
A pesar de los esfuerzos realizados por los ciudadanos que salieron a defender las llamadas caminerías, donde decenas de miles de vecinos salen en las mañanas, como en la noche a ejercitarse, a pesar de la intervención conciliadora de la Alcaldía del Municipio Urbaneja, las autoridades estadales no escucharon el clamor de la comunidad.
La noche del lunes para amanecer el martes 21 de septiembre, muchos vecinos se sorprendieron ante la presencia de una máquina de construcción que empezaba a romper las caminerías desde la R-9 (entrada de Aguamarina, Flamingo, La Caleta, Guarimba, etc.) hasta el Centro Comercial Plaza Mayor, aproximadamente a las 10 de la mañana los vecinos conversaron con el alcalde Víctor Hugo Figueredo, quien encomendó en la figura de los representantes locales de Ingeniería Municipal una actuación inmediata en el caso. A las 11 y 20 minutos de la mañana se conversó con los representantes de la empresa en el propio sitio de los trabajos, mientras los vecinos “armados” con pancartas y con el “rifle” de sus gargantas reclamaban el hecho de no haber sido informados de la obra.
Aproximadamente a las 2 de la tarde se les entregó a los representantes de la empresa un oficio donde se paralizaba la obra, hasta tanto no se informara del proyecto a ejecución, mientras esto ocurría el alcalde de Urbaneja entraba en conversaciones con los representantes de Covinea con el propósito de llegar a un entendimiento y concertar una reunión al otro día entre ellos, y los vecinos, acuerdo que se alcanzó, pero que más tarde entre las 7 y las 8 de la noche, con el resguardo de un piquete de efectivos anti motín, los representantes estadales reanudaron los trabajos echando por tierras los pactos logrados en horas del medio día.
Tan solo unos minutos antes se había realizado un encuentro entre el alcalde de Lechería y los vecinos de la R-9 con el propósito de discutir la situación y de informarles a los residentes sobre la reunión que se iba a realizar el día posterior, pero ante la reanudación abrupta de las labores de ingeniería los afectados salieron nuevamente a manifestar su disconformidad, el equipo de gobierno de Urbaneja, encabezado por el alcalde Víctor Hugo Figueredo, estuvo presente acompañando a los moradores de los distintos conjuntos residenciales en sus reclamos.
Hasta aquí la crónica por falta de espacio… @jdsolorzano
A pesar de los esfuerzos realizados por los ciudadanos que salieron a defender las llamadas caminerías, donde decenas de miles de vecinos salen en las mañanas, como en la noche a ejercitarse, a pesar de la intervención conciliadora de la Alcaldía del Municipio Urbaneja, las autoridades estadales no escucharon el clamor de la comunidad.
La noche del lunes para amanecer el martes 21 de septiembre, muchos vecinos se sorprendieron ante la presencia de una máquina de construcción que empezaba a romper las caminerías desde la R-9 (entrada de Aguamarina, Flamingo, La Caleta, Guarimba, etc.) hasta el Centro Comercial Plaza Mayor, aproximadamente a las 10 de la mañana los vecinos conversaron con el alcalde Víctor Hugo Figueredo, quien encomendó en la figura de los representantes locales de Ingeniería Municipal una actuación inmediata en el caso. A las 11 y 20 minutos de la mañana se conversó con los representantes de la empresa en el propio sitio de los trabajos, mientras los vecinos “armados” con pancartas y con el “rifle” de sus gargantas reclamaban el hecho de no haber sido informados de la obra.
Aproximadamente a las 2 de la tarde se les entregó a los representantes de la empresa un oficio donde se paralizaba la obra, hasta tanto no se informara del proyecto a ejecución, mientras esto ocurría el alcalde de Urbaneja entraba en conversaciones con los representantes de Covinea con el propósito de llegar a un entendimiento y concertar una reunión al otro día entre ellos, y los vecinos, acuerdo que se alcanzó, pero que más tarde entre las 7 y las 8 de la noche, con el resguardo de un piquete de efectivos anti motín, los representantes estadales reanudaron los trabajos echando por tierras los pactos logrados en horas del medio día.
Tan solo unos minutos antes se había realizado un encuentro entre el alcalde de Lechería y los vecinos de la R-9 con el propósito de discutir la situación y de informarles a los residentes sobre la reunión que se iba a realizar el día posterior, pero ante la reanudación abrupta de las labores de ingeniería los afectados salieron nuevamente a manifestar su disconformidad, el equipo de gobierno de Urbaneja, encabezado por el alcalde Víctor Hugo Figueredo, estuvo presente acompañando a los moradores de los distintos conjuntos residenciales en sus reclamos.
Hasta aquí la crónica por falta de espacio… @jdsolorzano
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