¿No pasarán?

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz)-.  El oficialismo venezolano continuando, como práctica perenne de las izquierdas extremistas,  con la repetición incesante de los viejos esquemas discursivos de antaño, han expresado en miles de ocasiones que los demócratas “no pasarán”.

El grito de “no pasarán” que emplearon los republicanos españoles en la defensa del régimen instaurado por ellos, que destruyó a aquel país, desmembró a la España de entonces y asesinó sacerdotes y violó religiosas, se repite hoy en la boca de los oficialistas venezolanos.

Aquél “no pasarán” que se refería al avance de las tropas nacionalistas que dirigía el Generalísimo Francisco Franco, al final quedó como una expresión vacía, la cual una canción que pululó por las calles madrileñas le dio la repuesta histórica: “ya hemos pasao”.

Para los inquilinos de Miraflores el “no pasarán” se hizo eco carmesí en las acciones violentas que ellos protagonizaron para impedir las manifestaciones y marchas de los factores democráticos venezolanos.
Y hoy parece que se repiten en torno a la solicitud del Referendo Revocatorio.

En la práctica el régimen se escuda detrás o debajo de las faldas de las Rectoras del Consejo Nacional Electoral y crea las condiciones para evitar que se celebre este mismo año la elección para preguntarles a los venezolanos si están o no de acuerdo con la revocación del mandato presidencial.

Como ha dicho el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, “el culillo es libre” y en plena libertad de este derecho el gobierno se explaya en él y corre atemorizado huyéndole a la voluntad de los venezolanos.

No obstante, así como en España al termino de aquella cruenta guerra civil los factores nacionales “pasaron” y entraron en Madrid, de esa misma forma por vías democráticas, civiles y constitucionales los venezolanos “pasaremos” y revocaremos a Nicolás Maduro.

La dirigente nacional del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, siempre demostrando lo corajuda de su personalidad, ha presentado sin temor alguno la opción de la desobediencia civil.

Alrededor de este punto, debo considerar, que es legal y plenamente constitucional debido a que el espíritu del constituyentista lo plasmó en la Carta Magna en los artículos 333 y 350.

La insurrección constitucional, porque este es el término que juzgo correcto, es una línea legal y un derecho establecido en nuestra esencia constitucional. Negarlo es una necedad innecesaria.

Los rojos, de ayer y de hoy, los rojos de España o de Venezuela, los mismos que llevaron a la hecatombe política y económica a la Chile gobernada por Salvador Allende, no se cansarán de decir “no pasarán”, aunque para el mal de ellos, nosotros los demócratas no cesaremos en nuestro empeño de “pasar” y solucionar los problemas que padecen los ciudadanos.

Confío en la vía pacífica, democrática, confío en la vía de la ciudadanía organizada como método fundamental para alcanzar el final de la crisis que agobia a Venezuela.

La mayor irresponsabilidad en este momento es no hacer nada.


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