¡Reuniones!
Opinión-. Hace 20 años la izquierda aplaudía sin cesar
las reuniones entre Hugo Chávez y Fidel Castro, las ponderaban como el
encuentro de dos generaciones que, de acuerdo con su retórica, buscaban salvar
al mundo.
Los socialistas se vanagloriaban
al ver a sus líderes reuniéndose y planificando como iban a desbancar a
Venezuela e iban a proyectar su pensamiento desastroso por toda América Latina.
Ellos, en una especie de
aquelarre político, realizaban maniobras para financiar movimientos socialistas
en todo el continente y en el Caribe, financiaban campañas electorales y
creaban un “muro ideológico” para frenar a su eterno rival: Los Estados Unidos
de Norteamérica.
Ahora, ¿cómo cambian los
tiempos?, vemos como los ojos del mundo no se posan sobre una reunión de socialistas,
sino en torno al encuentro sostenido entre el presidente de los EEUU, Donald
Trump, y el presidente de la República Federativa del Brasil, Jair Bolsonaro.
Sí, dos reconocidos líderes de la
derecha conservadora mundial, son el epicentro del mundo. El Titán del Norte,
con el Titán del Sur, ambos unidos en aras de ponerle fin al socialismo en el
continente y ayudar a los países que sufre a superar ese pensamiento que corroe
la paz de cualquier nación.
Ya no son Fidel y Chávez, para el
dolor intenso de la izquierda, ahora los íconos son Trump y Bolsonaro. La
derecha, e inclusive la extrema derecha, es la que se abre paso en el mundo
dejado atrás al comunismo, al socialismo y a sus vertientes radicales.
El mundo evoluciona. El desastre
socialista, que se mide en naciones empobrecidas, poblaciones enteras
desnutridas, en la supresión de los derechos fundamentales de los ciudadanos,
que se mide en corrupción, inmoralidad y desastres, está llegando a su fin.
Los vestigios que quedan del
socialismo derrotado están aquí en Venezuela, en una Nicaragua que está tan
convaleciente como nuestro país, y en una Bolivia que no se puede sostener
tampoco. Y esto, sin hablar del longevo sistema cubano, que cada vez se ve tan
oxidado que no podemos pronosticar su colapso, debido a que el modelo está tan
endeble como la fuerza de voluntad de una población sumida al desastre desde
hace casi 70 años.
Ya pasó el turno de Fidel,
Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, y Daniel Ortega, ahora se perfinal Trump,
Piñera, Bolsonaro, Iván Duque y muchos líderes alternos al socialismo
envejecido y fracasado.
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