Reflexiones sobre el periodismo popular (I)
En la actualidad en Anzoátegui estamos observando el inicio del boom del periodismo popular, hasta la fecha dos grupos editoriales importantes han sacado a la luz pública, dos nuevos medios de comunicación, orientados a la nueva tendencia del periodismo popular, lo cual, sin duda merece de reflexiones y de la sumatoria de la mayor cantidad posible de opiniones.
Aquello que representó otrora en Venezuela, Últimas Noticias, con su periodismo de pueblo, hoy se está reglando por doquier como una semilla. Pero en la actualidad tenemos un debate con respecto a cómo se presenta el periodismo popular. Unos expertos españoles manifiestan que los periódicos populares son excelentes productos que no tienen el tradicional 'sexo y escándalo', pues no cubren valores de 'porno-miseria'; se pueden llevar a casa porque son medios familiares; pero en las experiencias regionales, contradicen estos planteamientos ibéricos.
Por su parte el director editorial y de comunicación de Grupo español Zeta, Miguel Ángel Liso, ha reiterado que el Periódico de Cataluña es el “pionero de la prensa popular de calidad” y que su éxito se debe a la combinación de rigor informativo con la cercanía a los lectores.
En Europa el éxito de los tabloides populares se expresa en su ínfimo precio, su escasa compaginación y en que han sabido tomar ventajas de la sinergia de su casa editorial “madre” (sistema aplicado en Anzoátegui, periódico tradicionales, con experimentos populares) paquetes de publicidad, canales de distribución y facilidades de impresión.
Este mecanismo ha sido empleado por el Grupo O Globo en Brasil, al lanzar Extra hace pocos años; de Tremo, el periódico de El Comercio en Lima (Perú), de casi 50 nuevas publicaciones en el mundo y de unas pocas viejas como Súper Express, en Polonia, y Correio da Manha, en Portugal. Ese periodismo popular logró en Guatemala que el tiraje de los impresos creciera en 300 mil ejemplares diarios.
En Anzoátegui ante esta expansión del periodismo popular, caben varias observaciones, sin ánimos de menospreciar el gran esfuerzo que se está realizando, en medio de un campo prácticamente inédito. Uno de los puntos que se debe debatir es el manejo del idioma, aunque un medio sea popular, esto no indica que debe atentar contra la lengua, por el contrario debe enriquecerla con los vocablos típicos y costumbristas, empleando un sinergia con palabras de mayor profundidad. Deber educar ante todo.
Otro punto es que estos medios representarán la antítesis del periodismo digital, debido a que este se dirige a ese universo de clase media y alta, muy relacionado con los avances tecnológicos, pero en estos mundos de América Latina, África, El Caribe, existe aún un público abandonado, que cada vez se siente más familiarizado con el periodismo popular (…)
@jdsolorzano
Aquello que representó otrora en Venezuela, Últimas Noticias, con su periodismo de pueblo, hoy se está reglando por doquier como una semilla. Pero en la actualidad tenemos un debate con respecto a cómo se presenta el periodismo popular. Unos expertos españoles manifiestan que los periódicos populares son excelentes productos que no tienen el tradicional 'sexo y escándalo', pues no cubren valores de 'porno-miseria'; se pueden llevar a casa porque son medios familiares; pero en las experiencias regionales, contradicen estos planteamientos ibéricos.
Por su parte el director editorial y de comunicación de Grupo español Zeta, Miguel Ángel Liso, ha reiterado que el Periódico de Cataluña es el “pionero de la prensa popular de calidad” y que su éxito se debe a la combinación de rigor informativo con la cercanía a los lectores.
En Europa el éxito de los tabloides populares se expresa en su ínfimo precio, su escasa compaginación y en que han sabido tomar ventajas de la sinergia de su casa editorial “madre” (sistema aplicado en Anzoátegui, periódico tradicionales, con experimentos populares) paquetes de publicidad, canales de distribución y facilidades de impresión.
Este mecanismo ha sido empleado por el Grupo O Globo en Brasil, al lanzar Extra hace pocos años; de Tremo, el periódico de El Comercio en Lima (Perú), de casi 50 nuevas publicaciones en el mundo y de unas pocas viejas como Súper Express, en Polonia, y Correio da Manha, en Portugal. Ese periodismo popular logró en Guatemala que el tiraje de los impresos creciera en 300 mil ejemplares diarios.
En Anzoátegui ante esta expansión del periodismo popular, caben varias observaciones, sin ánimos de menospreciar el gran esfuerzo que se está realizando, en medio de un campo prácticamente inédito. Uno de los puntos que se debe debatir es el manejo del idioma, aunque un medio sea popular, esto no indica que debe atentar contra la lengua, por el contrario debe enriquecerla con los vocablos típicos y costumbristas, empleando un sinergia con palabras de mayor profundidad. Deber educar ante todo.
Otro punto es que estos medios representarán la antítesis del periodismo digital, debido a que este se dirige a ese universo de clase media y alta, muy relacionado con los avances tecnológicos, pero en estos mundos de América Latina, África, El Caribe, existe aún un público abandonado, que cada vez se siente más familiarizado con el periodismo popular (…)
@jdsolorzano
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