Sueño de progreso

Creo que todos los venezolanos tenemos un sueño centrado en el progreso, ya sea personal, familiar, vecinal, estadal y nacional, luego de la victoria del pasado 26 de septiembre esa fabricación de nuestra imaginación se presentó ante nosotros como una realidad perceptible y realizable. El letargo oscuro que ha significado más de una década de desgobierno chavista, pareciera que está llegando a su fin con el despertar de Venezuela y sobre todo de los anzoatiguenses que dieron un paso al frente.
Todos los venezolanos nos despertamos el pasado 27 de septiembre con las esperanzas reverdecidas, con los ánimos renovados y con la fe de que existe una salida a la pesadilla roja, rojita que hemos padecido en los últimos años. Nuestro estado, volvió hacer historia, no sólo por ser tumba de sus tiranos, como dice el lema del escudo estadal, sino por ser el camino a la redención patria, así como se llamó el “Camino a Angostura”, es en la actualidad la ruta a la democracia.
Hoy parece más cercano que nunca el 2012, mientras que para el chavismo esta fecha luce como un abismo interminable, debido a la falta de apoyo popular. La victoria, que abre las alamedas de la esperanza y el progreso para el país, es producto de dos razones fundamentales de los malos gobiernos que son encabezados por los representantes del oficialismo, que desgobiernan sus regiones y municipios, y por los éxitos con pírricos recursos que se han cosechados en las localidades dirigidos por los representantes de la alternativa democrática.
La diferencia, por hablar de la zona norte del estado Anzoátegui, se ve reflejada en la labor paupérrima que adelantan tanto los alcaldes de Barcelona y Puerto La Cruz, las cuales se ensanchan al ser comparada por la administración que se realiza en Lechería, con Víctor Hugo Figueredo, donde el orden, el respeto ciudadano y trabajo se siente.
El sueño de la edificación de una Venezuela libre y democrática está más vigente que nunca, es un grito que se hace sentir, pero que todo el mundo palpó con la victoria de más del 52 por ciento de los votos reflejados en las elecciones parlamentarias pasadas.
Ahora esos diputados que llegaron a la Asamblea Nacional, como representantes de la enorme mayoría de la alternativa democrática, que somos superiores en votos, pero con menos representantes en el Hemiciclo, tienen el deber de ser los defensores para que ese sueño de progreso se convierta en realidad más temprano que tarde.
Mi twitter es: @jdsolorzano

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