Historia entre verdades y emociones

La historia cuando es reciente y no se ha analizado con el debido celo e imparcialidad, cuando muchos de los actores principales aún están vivos y el recuerdo de quienes vivieron esos momentos históricos permanecen emotivamente influenciados (negativa o positivamente) por los hechos, no se puede hablar de un relato limpio de sesgo por el contrario estaremos frente a un simple recuento parcial o sentimental de algún episodio sobre un corto pasado.
Traigo este tema a colación en el artículo de esta semana para referirme al hecho de la llegada del cuerpo del ex Presidente Carlos Andrés Pérez, es entendible que los militantes de Acción Democrática (AD) se sientan conmovidos por el retorno de los restos mortales de uno de sus representantes más connotados, pero me hago eco del comentario por la red social twitter que realizó Germán Borregales(h) quien aseguró que el "liderazgo adeco debería hacer acto de contrición y pedirle perdón a CAP por haberlo expulsado injustamente y entregarle el carnet póstumo", esto sería más digo y ejemplar que cualquier acto litúrgico de la base acciondemocratista.
Carlos Andrés Pérez fue víctima de las pugnas internas de su partido. Respeto la opinión de Héctor Alonso López quien manifiesta que la "conjura" para arrebatarle al presidente Pérez el cargo fue urgida por "viudos" del gomecismo, intelectuales "frustrados", entre otros, pero debido a que nadie olvida que los parlamentarios de AD dieron su voto a favor del enjuiciamiento de CAP y que la alta jerarquía blanca lo expulsó del partido, soy de la opinión que la conspiración contra "el gocho" se planificó en cierta medida en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la tolda socialdemócrata.
Los amigos de Acción Democrática, y no me refiero a las bases de la organización sino a la cúpula del partido tienen el deber de resaltar con real sentimiento reivindicativo la figura de CAP. Pero los venezolanos tenemos que observar el rol que jugó el expresidente Pérez con ojos más críticos, él no fue el salvador de la patria, tuvo alta responsabilidad en el origen de los problemas que estamos viviendo: su "paquetazo", su revanchismo contra el lusinchismo adeco, su pasión desmedida de liderazgo continental, ni hablar de los hechos acaecidos gracias a que en vez de "adminitrar la riqueza con criterio de escasez", administró la escasez con criterio de riqueza, fueron detonantes de toda la vorágine posterior.
No poseo dudas sobre la talla histórica para bien o para mal de la figura del ex presidente Pérez, él alcanzó logros importantes para la democracia, como también cometió sus pecados consciente o inconscientemente que afectaron al país. La historia imparcial y serena lo juzgará en el tribunal del tiempo.
Hoy no se puede hablar de historia cuando nos referimos a los últimos 60 años pasados, aún existen sentimientos encontrados, vivimos las secuelas de aquellos hechos. Las heridas están a flor de piel y los agradecimientos están frescos en la memoria. Sin lugar a dudas no es historia, es pasión sobre el pasado próximo.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo. La historia,la verdadera, la que no escriben los que están en el poder sino los estudiosos del acontecer social de un pueblo a través del tiempo, dará a CAP su justo lugar y le atribuirá sus logros y señalará sus fallos.
    En esta cercanía temporal, a personas como yo, quienes siempre hemos estado en la acera de enfrente del poder para poder mirarlo con cierta perspectiva, nos parece que a la luz del derrotero que le ha tocado vivir a este gran país los últimos doce años, recordar los tiempos de CAP con todas sus fallas es entrar en la añoranza de tiempos mejores.

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