La emoción: De qué lado está
Mar de Leva-. ¿De qué lado está la emoción de la campaña? Es una de
las preguntas que normalmente nos realizamos quienes somos fanáticos de los
procesos políticos y de la reflexión analítica de los eventos comiciales, y
también es una de las inquietudes que mueven a los asesores de campaña.
¿Quién posee la alegría y la
esperanza de los electores? ¿Quién en verdad está moviendo a la gente, más allá
del traslado de los simpatizantes del candidato o de los partidos que lo
apoyan? ¿Quién al pasar por una calle no sólo es recibido sino que impulsa a la
gente a seguir con él caminando?... La respuesta a estas preguntas te indicará
quien va arriba en la elección.
Cuando la emoción está de tu
parte entonces ¡tranquilo! Estás haciendo las cosas bien o algo te está
saliendo bien, tal vez sea el discurso político, la imagen del candidato, las
propuestas, los apoyos, cualquier cosa puede ser o la unión de todas estas, lo
cierto es que vas bien.
Al tener la emoción de los
electores solo te resta una cosa: Mantenerla
hasta el día de las elecciones.
Si pasa lo contrario y la emoción
de la campaña se encuentra en el bando contrario entonces ¡Tranquilo! Todo en
esta vida tiene solución.
Como asesor, jefe de campaña,
analista o integrante del comando del candidato, tienes que detenerte y revisar
la estrategia y las tácticas empleadas, tienes que hacer una revisión de lo que
estás haciendo y cómo lo estás haciendo.
Aquí debemos aclarar que una cosa
es la intención de voto que te dan las encuestas y otra muy distinta es la
emoción que se respira en la calle, muy ocasionalmente estos dos factores van
tomados de la mano, sin embargo existen ejemplos que te demuestran lo
contrario.
Ha ocurrido que un candidato no
está despertando emoción y va de primero en las encuestas, esto puede indicar que:
1-. Está disminuyendo su
aceptación y apoyo en las bases.
2-. Su respaldo electoral es más
racional que emocional.
3-. Su personalidad no inspira
emoción lo que es contagiado a sus bases electorales.
En las elecciones en Venezuela
del 7 de octubre del 2012 es una demostración de ello, Henrique Capriles llegó
un momento que tomó o dominó la emoción en la calle, los opositores a Hugo
Chávez se sentían mayoría, era una sensación multiplicadora, en cambio hasta el
mismo día de las elecciones había escepticismo en el bando de Hugo Chávez,
aunque ninguna encuesta daba vencedor a Capriles él tenía la calle y la emoción
de ésta consigo.
Tener la emoción no basta para
ganar, sin embargo ayuda mucho para conquistar la meta esperada: La mayoría de los votos.
Si la emoción está de tu parte
aprovéchala, no dejes que se esfume, avívala entre los electores, porque te
será muy útil. Si no está de tu parte,
analiza las causas y toma los correctivos necesarios.
Twitter: @jdsolorzano
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