Encuesta de autobús
Desde Alta Mar-.
Iniciaba mi día con una larga espera en una de las tantas paradas de Puerto La
Cruz. Luego de una encarnecida lucha por entrar en la unidad colectiva de los años
setenta, esta empezó a moverse sentido PLC-Barcelona.
Como es de esperarse en
un país tan dominado por la política, velozmente empezaron a escucharse los
comentarios con relación a la situación que vive la nación.
Un usuario del autobús
de algunos 50 años de edad, quien llevaba una rudimentaria típica de aquellos
que trabajan en obras de ingeniería y albañilería expresó, cuando pasábamos
frente al centro de expendio de alimentos llamado Bicentenario y ver la fila gigantesca
de personas que lo circundaba, que: “así nos quiere el Gobierno haciendo colas
y muertos de hambre”.
Justo allí inició el
festival de opiniones. De un total de alrededor de 43 personas que estaban
entre sentadas y de pie en el bus, pudimos cotejar una de las infinitas
encuestas de calle.
De los 43 pasajeros un
total de 31 manifestaron con palabras o gestos su apoyo al comentario del
trabajador. De las 12 restantes apenas uno digo algún comentario con respecto a
la “guerra económica” o de la supuesta culpabilidad de los empresarios en el
gran problema de la escasez.
La crítica contra el
régimen de Nicolás Maduro fue abrumadora. “Cuándo en la vida se había hecho
cola para comprar pañales o un paquete de harina. Nunca” atinó a decir una
señora que dos puestos más adelante se unía a la sinfonía de quejas que se oían
en el autobús.
En una segunda
oportunidad, en otra de las grandes concentraciones humanas de pasajeros que se
trasladan desde Barcelona para Puerto La Cruz, un usuario que viajaba en un
colectivo que pasaba al frente de nosotros, con personas hasta arriba del techo,
gritó a quienes estaban en la parada: “Viva Maduro”… Lo que motivó la respuesta
de uno de los que hacían fila para irse:
“Métetelo por el cu…”.
En una tercera ocasión,
al bajar de la zona de expansión del eje San Diego-El Rincón en una unidad de
transporte público que me dirigía al centro de Puerto La Cruz, escuché cuando una
morenaza de canilla larga y batata gruesa, de tez bien oscura y nariz
perfilada, justamente esa combinación que hace de las venezolanas las mujeres
más bellas del mundo, decir, al ver una cola infinita de personas que bien
tempranito esperaban por acceder al Pdval de la avenida Alterna, que: “Mal… sea
Maduro y toda esa gente, yo soy pobre pero me niego a ser humillada haciendo
esa cola para comprar dos paqueticos de azúcar y un pollo flaco”.
En Guanta igualmente
presencié como los venezolanos se refieren con desdén y antipatía hacia la figura presidencial. “Qué carrizo vamos
hacer si nos regalan una nevera si no tenemos que comida guardar en ella”.
Una doña que debía estar
rondando los 70 y tantos años indicó “fin de mundo hijo, esto no lo aguanta
nadie. Esta gente tienen que perder las próximas elecciones”.
Según la encuesta de
oído, claro sin ninguna basa científica pero si con bastante sabor a pueblo, demuestra
que las elecciones parlamentarias en la zona Norte de Anzoátegui serán un total
éxito para las fuerzas que encarnan la oposición democrática.
La Unidad se impondrá
con facilidad, a pesar de todo lo que se inventen desde el Gobierno. El 6D los
venezolanos votarán por un “cambio” porque es lo que quieren y aspiran.
¡A Votar!
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