Votar por los caídos

¿Cuántos venezolanos han perdido la vida a lo largo de estos años de desgobierno? Recordemos, porque es justo y necesario, a aquellos hombres y mujeres que salieron a las calles a luchar por un país mejor a aquel que estaban “construyendo” o mejor sea dicho destruyendo en nombre de la revolución.

Desde el 2002 se escucharon los nombres de venezolanos que perdieron la vida por el sueño de una Venezuela distinta. Tal vez muchos de los que hoy son mayoría, y que en otrora no lo fueron, tuvieron la clarividencia de suponer y/o imaginar el desastre que se avecinaba.

¿Cuántos cayeron? ¿Cuántas familias han quedado sin  una parte de ellas? ¿Cuántos fanáticos se han creído con el derecho de acabar con la existencia de otro solamente por pensar distinto?

La lista es larga, sí lastimosamente lo es. No me atrevo a enumerar los diferentes casos de demócratas caídos a manos del opresor, porque temo dejar a algunos cuantos por fuera y no es mi intención hacerlo.

Tan solo mencionaré al más reciente de los mártires democráticos de esta Venezuela actual. Luis Manuel Díaz, secretario general de Acción Democrática (AD) en Guárico, perdió la vida en pleno acto de campaña al lado de Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, y de Rumy Olivo cantante de música llanera y aspirante a diputada por la Unidad.

Luis Manuel fue un dirigente como tantos otros que soñaba con una nación de prosperidad y fue ultimado por el simple delito de anhelar una república realmente libre y de progreso.

¿Esta es la Venezuela que usted quiere para sus hijos? Esta es la pregunta que le hago a usted, apreciado lector, que aún duda en votar por la Unidad o que aún cree que los mismos que nos han gobernado por casi dos décadas podrán resolver la crisis que ellos mismos generaron.

Quiero hablarte a ti. Sí a ti que en alguna ocasión creíste en las promesas de dignidad, progreso y felicidad que nunca te cumplieron y que terminaron transformándose en escasez, inseguridad, inflación y colas. Es a ti al que quiero dirigir estas palabras.

¿Te sientes bien cuando lees la noticia de la muerte de un compatriota venezolano? ¿Crees que esa sea la mejor forma de defender ideales o proyectos políticos? Estoy seguro que coincidirás conmigo en rechazar estas prácticas.

Y el repudio que debemos hacerle a este clima de violencia, abusos, intolerancia y caos es saliendo a votar por un cambio este 6 de diciembre.

Será allí en los centros de votación que nos jugaremos el futuro. Será el 6D cuando decidamos lo que queremos y esperamos para nuestra tierra.

Yo votaré recordando a los hombres y mujeres, a los jóvenes que han perdido la vida para que todos los venezolanos tengamos libertad.

Votaré por los presos políticos, por las amas de casa que no consiguen comida para sus hijos, por los enfermos que no encuentran los medicamentos para sus dolencias. Votaré por ti opositor y por ti  oficialista, porque debemos vencer la división.

Votaré por todos los Luis Manuel Díaz que nos han dicho “adiós” peleando por una Venezuela libre. Votaré por todos los caídos.


El cambio está en nuestras manos. El cambio lo hacemos todos para todos. ¡Unidad!

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