¿Por qué no es Fascismo?

Desde Alta Mar (Puerto La Cruz)-. Se ha calificado hasta la saciedad de “fascismo” al régimen que desde hace 17 años ha sumido a nuestra Venezuela en el más profundo de los caos.
Benitto Mussolini

Ante el afán, sobre todo de los voceros de la izquierda no gubernamental, quisiera realizar algunas consideraciones con respecto al tema, para entender la razón por la cual no se debe calificar de fascismo a lo que nos gobierna desde Miraflores.

Sí, es lógico que caigamos en ponderar al régimen como fascista por el carácter militarista que ha signado parte de su conformación político-ideológica, mas desde la práctica económica y política el sistema que impera en el país dista mucho de ser parecida al fascismo verdadero.

Veamos pues varios tópicos. El Fascismo es una ideología política nacida en Italia que se expandió por parte de Europa logrando gobernar en su país de origen con Benito Mussolini, en la Alemania de Adolf Hitler, en el Portugal de Oliveira Salazar y en cierta manera en la España de Francisco Franco, aunque el artífice e ideólogo del Falangismo español, tendencia emparentada con el Fascismo, José Antonio Primo de la Rivera, no llegó al poder.

El Fascismo es ultranacionalismo mientras que la tesis que se esbozan desde el gobierno venezolano es entreguista. Sí, porque una cosa es la retórica “anti-imperialista”, normal en la izquierda antaña, y otra cosa es la política servil que Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro después impulsaron con respecto a Cuba, Rusia y China.

Entonces el nacionalismo real y sincero de los fascistas, aunque llevado a los extremos del chauvinismo, no aplica en el pensamiento político de Chávez o Nicolás.

Desde la óptica económica, los fascismos se caracterizaron por una economía autárquica, es decir, consumir lo que se produce disminuyendo las importaciones, justamente lo contrario a la economía desenfrenada de puertos que ocasionó el derrumbe total de la capacidad productiva nacional.

Sobre las expropiaciones, los fascismos no se caracterizaron por expropiar empresas, aunque sí hubo algunas que fueron rebatadas de sus propietarios por lo general en los sistemas de la extrema derecha existió respeto y garantías (si cabe la expresión) con relación a la propiedad privada. Aquí observamos otro aspecto de divergencia con relación al sistema venezolano que se ha caracterizado por expoliar a propios y extraños.

Desde la óptica socio-económica y los estratos sociales, Hugo Chávez y Nicolás Maduro con sus hechos se pueden considerar como afines a la “Dictadura del Proletariado”, lo que expresan en su odio hacia los sectores pudientes y medios de la sociedad calificándonos, con la jerga histórica de los socialistas y comunistas, como “oligarquías” “burguesía” y otros calificativos.

Benito Mussolini dijo una vez “nosotros odiamos tanto o más a los capitalistas como los comunistas, la diferencia es que ellos nos asfixian hasta ahogarlos, mientras nosotros los apretamos y los soltamos”.

Esta frase del líder fascista nos demuestra varias cosas, primero los fascismos no son expresiones políticas del capitalismo y segundo que ambos sí pueden convivir, lo que nuevamente encontramos otro punto divergente entre el fascismo y el régimen venezolano.


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