Sólo miedo
Desde Alta Mar (Puerto
La Cruz)-. Al escuchar a Diosdado Cabello amenazar a 4 mil
funcionarios públicos que, democrática y conscientemente, decidieron firmar por
la activación del Referendo Revocatorio, se me vienen a la mente varias ideas,
algunas de las cuales destacaré a continuación.
1-. Según el diputado del
régimen 4 mil funcionarios de “confianza” firmaron la solicitud del 1% para el
Revocatorio, lo que indica que dentro del régimen las cosas están más mal de lo
que se creía.
Sí, porque no estamos
hablando de funcionarios de bajo perfil
o de base, sino de personas de “confianza”, lo que refleja que quienes se
encuentran en posiciones de mediana o alta responsabilidad tampoco aguantan más
la grave situación económica y política que padecemos dentro del país.
2-. A Diosdado Cabello
no le queda otra herramienta sino el escándalo mediático para ser tomado en
cuenta.
Desde que, primero se
renovó la Asamblea Nacional (AN), después se designó como vicepresidente de la
república de Aristóbulo Istúriz y el nombramiento como “copresidencia”, así lo
bautizase Henry Ramos Allup, de Vladimir Padrino López, la influencia del
otrora hombre fuerte, es decir el señor Cabello, cayó a los abismo.
Y ya esto se había hecho
palpable y notorio cuando Ramos Allup le dijo a Cabello en la plenaria legislativa:
“Diosdado, chico, tú estás muerto, Te pasaron la aplanadora en el Psuv, te
dejaron con tres o cuatro voticos en la dirección del partido”.
En pocas palabras el
hombre está atravesando el desierto.
3-. Se agotaron los
llamados de lealtad. En primera instancia los voceros del régimen empleaban
expresiones de solidaridad, lealtad y compromiso para impactar en la psiquis de
sus electores.
Luego de los resultados
electorales del pasado 6 de diciembre y los indicadores de las encuestas los
mensajes de “lealtad revolucionaria” fueron desechados.
En resumidas, la
revolución ya no despierta pasiones como en otros tiempos.
4-. Sólo miedo. El
discurso oficial busca desesperadamente generar temor entre los venezolanos.
Por un lado, Diosdado
Cabello amenazando a los funcionarios públicos, por otro Tibisay Lucena
desalentando a los demócratas y el mismo Nicolás Maduro reiterando
permanentemente que “somos la garantía de paz”, aunque me imagino que se
refiere a la paz de los sepulcros.
5-. Sin temor. Nos
obstante, las palabras atemorizadoras de los voceros del régimen no surten
efecto entre los ciudadanos, quienes desde hace mucho dejaron ese sentimiento
atrás.
Hoy en día podemos decir
que Nicolás Maduro no le mete miedo a nadie, ni siquiera prendido en candela.
Mientras al régimen le
resta simplemente tratar de intimidar, como único soplido de aliento de un
sistema gubernamental que languideza en la medida que el descontento popular se
robustece, lo cual es lo único que engorda aparte de los enchufados en esta Venezuela
socialista, la Mesa de la Unidad Democrática no cede espacios y sigue luchando
incansablemente.
Los oficialistas buscan
generar pánico entre los demócratas, pero lo que le está saliendo mal es que
éstos no tienen nada de culillo, los factores democráticos de Venezuela tienen
los pantalones bien puestos y así lo están demostrando.
Y son los jerarcas del
régimen, en el fondo, los que están asustados con la posibilidad del Referendo
Revocatorio.
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