Platón y la delincuencia
Desde Alta Mar (Puerto
La Cruz)-. “Los
crímenes son producidos por la falta de cultura, por la mala educación y por la
viciosa organización del Estado”, así lo afirmó el gran filósofo griego
Platón.
Según el pensador
de la antigüedad, Venezuela cumple con todos los requisitos para que el hampa
gobierne a sus anchas.
“Los crímenes son producidos
por la falta de cultura”, desde hace casi dos
décadas los antivalores se han profundizado. Sí, desde hace tiempo atrás el
aumento de los elementos desmoralizadores de la sociedad se abrieron paso para
crear la cultura de la muerte.
El trabajo fue reemplazado por el delito,
aquellos que infringen la ley son más protegidos que aquellos que padecen la
criminalidad.
La cultura
familiar fue languideciendo paulatinamente hasta que esta institución se vino
completamente a menos.
También reza la
frase platónica sobre “… la mala educación” y es que en Venezuela desde hace
mucho tiempo la educación se ha venido a menos; se reemplazó la cantidad por la
calidad, los docentes no eran los profesionales más capaces y más inteligentes,
sino aquellos que no se veían ejerciendo ninguna otra carrera.
Los bajos sueldos
y la delincuencia dentro de los planteles no permitían que los profesionales de
la enseñanza acudieron a trabajar con amor a sus alumnos o a la labor social
que efectuaban.
Esto se fue
empeorando hasta niveles insospechados.
Estamos en un punto
en que las notas de los alumnos no importan, que los docentes no pueden aplazar
a los muchachos, a pesar que éstos no cumplieran con los indicadores necesarios
para avanzar en su formación.
Gracias a esta
alteraciones de valores, tenemos carreras universitarias en uno o dos años,
bachilleratos exprés y paremos de contar. Todo esto fue provocando un clima de
antivalores que culminaron en la creación de una sociedad “enemistada de la
educación”.
En la actualidad
vemos jóvenes que dicen “estudiar para qué”, porque ellos observan a
profesionales que prefieren tomar un carro y “taxiar” que ejercer la profesión
que le costó 5 años o más terminar.
Cuando un
trabajador informal vive mejor que un licenciado, observamos que los valores
están invertidos y que el progreso es casi imposible de lograr.
“… y la viciosa
organización del Estado”, así termina la
frase de Platón, y como siempre el gran filósofo acertó.
Cuando tenemos un
Estado corroído por la corrupción, por el clientelismo, por la anarquía, y la
sumisión a través de la ignorancia colectiva, entonces tenemos una sociedad imbuidas
por la delincuencia.
Solo a través del rescate de los valores,
solo mediante una óptima educación de calidad en todos los escalones sociales y
mediante la depuración de la visión estatal de la sociedad, podremos derrotar
el flagelo integral del hampa.
Sin embargo, este camino es arduo y difícil,
por eso mientras tanto se debe aplicar cambios en las leyes que permitan el
ejercicio de la mano dura contra los hampones.
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