Venezuela triste
Desde Alta Mar (Puerto
La Cruz)-. Estaba de pie
en el pasillo de un autobús. Su mirada perdida, sus ojos cristalizados como a
punto de llorar. Su frente arrugada y su boca entreabierta.
Era una señora de
unos 65 años de edad, su piel morena y en sus cabellos se presentía la lucha
incesante de hebras blancas creciendo a la vez que el negro cedía cada vez más
espacios.
Abría y cerraba la
boca, estaba hablando sin pronunciar una palabra. Se exteriorizaban sus ideas,
sus sentimientos, mientras una gota de sudor recorría su rostro envejecido.
Ella, suspiraba, y
en este momento parecía despertar de su sueño. Justo en ese segundo su mirada,
que veía sin ver nada en concreto, regresaba a la vida, al presente, al ahora,
a aquel autobús que caída estruendosamente en un hueco en la avenida
Intercomunal.
Al instante, nuevamente
se dejaba llevar por sus pensamientos, sus tristezas, sus preocupaciones. Con un rostro desolado y entristecido.
Este tipo de
rostros no es la primera vez que los veo. Constantemente nos topamos con
personas que están en las calles de esta Venezuela de hoy, sumidos en la
desesperanza y en la tristeza.
La crisis
económica, la escasez de medicinas y alimentos. Suman problemas en la
aritmética del caos que se ha venido aplicando en nuestra amada nación desde
hace más de 18 años.
Aquel pueblo feliz
ya no existe. No queda nada de la población alegre y jovial, de aquellos
venezolanos que disfrutaban de la vida,
que crecían con mesas llenas de comida, entre juegos de pelotas y fiestas de 15
años.
Pasamos de ser el
pueblo más feliz de la tierra a transformarnos en un mar de llanto, en un
océano de problemas que cada vez obligan a más connacionales a tomar sus
maletas y buscar esperanzas y futuro en otras tierras.
Millones de
venezolanos vamos cargando nuestras cruces. Pagando la penitencia de los
pecados económicos cometidos por un modelo político que siempre ha estado
relacionado con el fracaso, el hambre, la desolación y la muerte.
Mientras desde
Miraflores donan 5 millones de dólares por la tragedia de Harvey a los Estados
Unidos y 9 millones 959 mil dólares a la Liga Venezolana Profesional de
Beisbol, todavía los afectados por la contingencia en Bolívar y por la tragedia
de Choroní ruegan por ayuda estatal.
El régimen
despilfarró lo que teníamos, y ahora hace lo propio con lo que nos falta.
Y todo mientras en
las calles de toda Venezuela, vemos a nuestros hermanos pasando necesidad, preocupados,
o buscando comida entre los basureros.
¿Esta es la nación
que usted quiere? Vamos a darle una solución a esta triste realidad que nos
acongoja, sigamos luchando cívica y democráticamente por una patria libre y
mejor.
Sí podemos
lograrlo.
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