Día del Periodista


Por José Dionisio Solórzano (@jdionisioss)

Opinión-.  Otro 27 de junio. Otro Día del Periodista, y nuevamente leemos sobre la heroicidad de los reporteros, del papel del periodismo en las democracias, de la realidad paupérrima de los trabajadores de la prensa en Venezuela.

Otra vez disertamos sobre el cierre de medios de comunicación tradicionales, nuevamente hablamos de cuántos periódicos, estaciones de radio y televisoras han bajado sus santamarías. Nuevamente hablamos sobre la necesidad de más y mejor periodismo como base a la libertad en la nación.

No obstante, debemos detenernos un momento. No basta con lamentaciones, no basta con darnos mutuamente palmaditas en la espalda, tenemos que ir más allá.

Los periodistas, ante la situación excepcional que vivimos en el país, tenemos que asumir no sólo los retos inherentes a la profesión sino que debemos ir más allá en la realización de nuestra tarea de informar y comunicar.

No podemos ser simplemente el nexo que une la noticia con las audiencias o públicos, no. Este es el papel que jugamos en los tiempos de libertades, de democracias, y de Estado de Derecho. La situación actual nos demanda mucho más que esto.

El periodista es la voz del pueblo, y como tal tiene que asumir un rol más preciso, más valiente  y más concreto en la lucha por la libertad.

Aquí  no se trata de dos bloques políticos compitiendo por el poder, como en otrora era con Acción Democrática (AD) y con Copei, ni siquiera es al estilo de Demócratas o Republicanos en los Estados Unidos, ni de Conservadores versus Liberales, ¡No!

Ahora se trata de un régimen que quiere eternizarse en el poder, violando los Derechos Humanos de los venezolanos, instaurando un Estado de Derecho que legalice la inmoralidad, la represión y la opresión, contra quienes corajudamente se empeñan en seguir librando la batalla por la libertad, donde se incluye la libertad de expresión.

Aunque la naturaleza del periodista es la imparcialidad, aunque el Código de Ética nos instruye sobre mantenernos sin vínculos de ningún tipo, también es cierto que la política misma venezolana nos colocó en la picota, en la escena, y nos señaló como “enemigos de la Revolución”.

No es momento de refugiarnos en los estándares normales de actuación, es la hora de dar un paso al frente y ser protagonistas de la noticia de la liberación nacional.

Frente a todo lo expuesto, y con la mano en el corazón, les deseo a todos mis colegas periodistas, un Feliz Día.


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