¡Vida!
Por José Dionisio Solórzano
Opinión-. La vida es el bien más preciado que tienen los
seres humanos; sin vida no hay mañana, no hay esperanzas, ni hay razones para
seguir adelante.
Y, no basta con tener vida, sino
calidad de vida. Vivir por vivir tampoco es el objetivo de la existencia, sino
el saber cómo vivir.
Tristemente en Venezuela la vida
misma es un lujo. Luego de 20 años de un sistema hambreador, violador de los
Derechos Humanos y amparador de delincuentes, la vida ha perdido su valor real,
su esencia y su objetivo.
¿Cuántas familias, durante estas
dos décadas, no han llorado la muerte de un familiar? ¿Cuántos venezolanos no
lamentan que un pariente haya fallecido por falta de insumos médicos en los
hospitales del país? La lista es larga y los números lastimosamente
sorprendentes.
La vida en socialismo se resume
en una existencia de penurias, en la sumatoria de calamidades, urgencias y
tristezas.
La vida no es vida en este modelo
que mata de hambre al pueblo, que lo condena a vivir en medio del caos y la
zozobra.
Frente a esto, toda acción que
lleve a darle vida y mejoramiento a la existencia de los venezolanos es loable
y plausible, y más cuando esta meta es el objetivo fundamental de una
administración pública como es el caso de Anzoátegui.
El gobernador Antonio Barreto
Sira asumió el reto de “salvar vidas”, y a pesar de las trancas presupuestarias
y de la asfixia financiera, le ha metido el pecho al tema de salud, obteniendo
excelentes resultados para el bienestar de los anzoatiguenses.
A través de una permanente
inversión y trabajo en los hospitales, la Gobernación de Anzoátegui ha logrado:
Rehabilitar la Emergencia, Emergencia de Traumatología y Cirugía de Manos, la
Sala de Trauma Shock y el Quirofanito del hospital Luis Razetti, ha entregado
rehabilitado la sala de Emergencia Pediátrica del Hospital Luis Alberto Rojas
de Cantaura y los quirófanos del Hospital Antonio Rondón Lugo de Clarines.
Barreto Sira arrancó un programa
llamado La Caravana de la Salud, el cual ha salvado la vida a miles de
pacientes llevando la salud directamente a las comunidades; y ahora va abordar
la dramática situación de los ambulatorios y activar un programa de atención
inmediata denominado Asistencia para la Vida.
El respeto por la vida no es un
simple anunciado en Anzoátegui, sino un compromiso real y efectivo, una lucha
que se viene librando a pulso en los centros asistenciales, en las comunidades
y en cada escenario.
Salvar vidas es la mayor obra que
puede mostrar Barreto Sira y la más grande de todas; porque no hay bien más
preciado que la existencia en sí misma. Sigamos en Movimiento.
Comentarios
Publicar un comentario