Cambios locales
Desde Alta Mar-. Es
urgente la renovación de los cuadros dirigenciales de la alternativa
democrática en Anzoátegui, sobre todo en la zona metropolitana y en particular
en el municipio Bolívar.
A pesar que soy portocruzano de alma y corazón
la realidad que se vive en el municipio Bolívar, la capital de nuestra entidad,
es dolorosa tanto para los barceloneses como para quienes por razones de
trabajo, familiares y de cotidianidad tenemos que vivir las calamidades que
soporta el pueblo de Barcelona.
Los alcaldes que han pasado por la sede frente
a la Plaza Boyacá han sido de la misma extirpe de ineficiencia de los que aquí
en Puerto La Cruz han desgobernado nuestro municipio.
Ante esta situación me atrevo, con el profundo
respeto que siento hacia el pueblo barcelonés al cual admiro y quiero, a
aconsejarle que inicien un proceso profunda transformación social y política
pasando irremediablemente por la renovación de los liderazgos democráticos en
la localidad.
Es claro que el actual diputado a la Asamblea
Nacional (AN), Carlos Andrés Michelangeli luego de dos reveses como abanderado
de la Unidad, la segunda aún más estrepitosa que la primera, tiene que abrir
espacios para nuevos rostros, nuevas alternativas.
Él a quien es innegable sus esfuerzos, tal vez
no tan acertados como se esperaban, tiene que comprender que Barcelona, que el
pueblo, es superior a sus pretensiones personales.
El diputado con un liderazgo envejecido, caduco
y vencido, ya no puede conducir la voluntad mayoritaria de cambio de toda la
sociedad capitalina anzoatiguense.
Hago votos para que comprenda en medio de la
reflexión sana que tiene que dar un paso atrás para que nuevas figuras emerjan
con la fuerza de las nuevas ideas para la conducción de una comunidad que
anhela cambio y transformación.
Un ejemplo de esta petición social y popular
fue la realización de asambleas y elección de delegados que se efectuó en ese
municipio en el marco del Congreso Ciudadano. Rompiéndose paradigmas y
creencias los barceloneses no esperaron al líder tradicional sino que en contra
de la voluntad de éste emprendieron la ejecución de sus reuniones con el
dinamismo que nace de la fuerza de voluntad de una sociedad decidida al cambio.
En la historia han existido líderes que entendieron
su espacio, tiempo y momento, y han dejado libre el campo para la renovación de
liderazgos, en Anzoátegui sucede lo mismo sobre todo y esencialmente en
Barcelona, donde los resultados denotan un agotamiento crónico de quien, de
hecho, hasta hace poco tenía la responsabilidad de dirección de la alternativa
democrática local.
Surgen figuras con el potencial, la capacidad,
la fuerza y el compromiso de consolidar liderazgos alternos que empujen a la
sociedad capitalina al cambio, como son los casos de Plácido Malavé, Karen
Rojas, y muchos más que vienen demostrando su fe en la reconstrucción nacional
y barcelonesa.
Toda la zona Norte necesita de un
refrescamiento, Lechería y Guanta, son parte de esta necesidad; en el caso
morreño la figura del edil unitario Oscar Navas empieza a despuntar y en la localidad
portuaria se consolida la opción guerrera, democrática y constante del concejal
Luis Gil.
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