¿Cuál es la paz socialista?

Desde Alta Mar-. Hemos escuchado insaciablemente como los voceros del Gobierno nacional hacen llamados a la paz al mismo tiempo que blandean una espada entre sus manos.

Hemos oído a los voceros del régimen realizar llamados de diálogos y de entendimiento en el mismo discurso donde insultan, vejan y amenazan a sus supuestos interlocutores.

¿A qué se debe esta actitud bipolar? ¿Es una actitud normal entre quienes profesan el pensamiento socialista y comunista? Estas preguntas son válidas y poseen una respuesta.

Permítanme recordar la frase dicha por Karl Marx, padre del llamado socialismo científico y sumo sacerdote de todos los que profesan este pensamiento, él en su oportunidad dijo: “El significado de paz es la ausencia de oposición al socialismo”.

Podemos observar que desde un principio los socialistas han tenido como modelo de acción la intolerancia.

Las palabras de Marx han sido llevadas adelante y cumplidas por todos los gobiernos de corte marxista-leninista de toda la historia de la humanidad.

Así como Vladimir Putin, jefe político de la Rusa actual, y todos los demás nostálgicos de la extinta Unión Soviética, entre ellos el presidente Nicolás Maduro, recuerdan la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania Nazi, igual deberían rememorar las “purgas”  de opositores que llevó adelante Lenin y más sangrientamente Joseph Stalin.

Así como los soviéticos fundaron la paz sobre el cercenamiento de los derechos de los opositores, así como echaron las bases de una tranquilidad a punta de bayoneta, de esa misma forma actuaron los regímenes socialistas como el de la extinta Yugoslavia, aquella de Josip “Tito” Broz y en la Cuba de Fidel Castro, donde se enviaron miles de cubanos al paredón.

Esta misma escena de paz violenta se vivió en la Ucrania roja, en la Polonia ocupada por los soviéticos y en la España dominada por los republicanos socialistas que demolieron iglesias, asesinaron sacerdotes y violaron monjas.

Como podemos ver, la técnica no es nueva y aquí en Venezuela se está llevando acorde con los tiempos actuales, no obstante obteniendo parecidos resultados.

Esa es la paz a la que se refiere Nicolás Maduro en sus alocuciones, ese es el deseo ardiente de todo socialista, basar su poder en el silencio atemorizado de millones de personas sometidas al yugo férreo del socialismo totalitario.

Aquí vale recordar al pensador romano Tácito cuando dijo aquello de "hacen una carnicería y lo llaman paz", porque en ocasiones describe a la paz socialista.

Por esta razón siempre se debe desconfiar de los llamamientos de paz de quienes profesan un pensamiento socialista y/o marxista, porque muchas veces tratan de decir “cállate, que yo siempre tengo la razón”.

Hace escasos días escuché el presidente Maduro decir que él deseaba tener unas buenas relaciones con el Gobierno español, no obstante empezó inmediatamente después a agredir a las autoridades ibéricas y a calificarlas de conspiradoras.

En Miraflores vemos que en ocasiones actúan buscando acuerdos y alianzas, a la vez que lanzan dardos envenenados contra todo el mundo que esboce alguna crítica en su contra.


Sencillo, estimado lector, la paz socialista es la “paz de los sepulcros”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salvar Vidas en Anzoátegui

Maritain y el Estado

Redes Sociales: Gobierno abierto