Avancemos superando el error

Desde Alta Mar-. Los venezolanos estamos sufriendo hoy las consecuencias de errores humanos, de las fallas morales, sociales y ciudadanas que nos llevaron a sufrir gracias a un gobierno que en sí es el principal de los errores que hemos cometido como sociedad.

Quisiera recordar a San Agustín de Hipona, doctor de la Iglesia, en este artículo haciendo uso de varias de las sus frases.

El santo hombre llegó a decir que “los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error”, en este momento observamos que algunos de nuestros connacionales niegan la verdad que carcome nuestra nación y prefieren seguir viviendo con las manipulaciones emanadas de quienes están en el poder.

He escuchado, con profundo pesar, a más de uno de los pocos simpatizantes que aún le restan al régimen señalar que “a mí no me importa que suba o baje el dólares, porque a mí no me pagan con eso”, con esta afirmación desconocen la verdad del impacto económico de las pésimas medidas cambiarias aplicadas por la llamada revolución.

Persistir en el error es caminar hacia la nada, es mantenerse en la oscuridad y huirle a la luz. Muchos de los dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela se mantienen en las penumbras al sostener argumentos cada vez más desconectados de la realidad como el de la denominada “Guerra Económica”.
Los errores de la sociedad se han agudizado por la terquedad de los gobernantes de seguir realizando lo mismo para continuar alcanzando los mismos resultados.

San Agustín precisó que “equivocarse es humano, perseverar voluntariamente en el error es diabólico”. Una cosa es que los venezolanos aún dominados por la influencia de las campañas propagandísticas crean ciegamente en los mensajes emitidos por el régimen y otra muy distinta es que desde Miraflores, sabiendo la realidad de sus errores y fallas, continúen hundiendo al país con sus prácticas cada vez más lascivas.

Tenemos que diferenciar entre los ciudadanos que aún creen en la expectativa creada por el mensaje reivindicador que hace 16 años esgrimió Chávez y aquellos que conociendo la verdad la niegan con sus acciones y omisiones.

Para seguir citando al religioso, que vivió entre el 13 de noviembre de 354 y el 28 de agosto de 430, traigo a colocación su frase de que “conviene matar el error, pero salvar a los que van errados”. Quienes tienen el deber moral e histórico de sacar a Venezuela del error social y político en el cual estamos sumergidos, deben aniquilar el error mismo y fomentar la incorporación de aquellos, entre el pueblo, que aún siguen el camino de la falta.

Los venezolanos cometimos un error al creer en las promesas de un encantador de serpientes, volvimos a cometerlo creyendo en sus palabras y rectificaciones anunciadas y jamás cumplidas.

No obstante, la misericordia de Dios es infinita, real y únicamente Suprema. Él con su bondad nos regala todas las mañanas nuevas oportunidades para vencer los errores, para superarlos y pasar  por encima de ellos vía a la perfección.

Por eso les hago un llamado a aquellos que ya vencieron el error para que trabajen por aquellos que aún están en el proceso.


Como dijo San Agustín “nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean”. 

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