¿Quién nos salva?

Desde Alta Mar-. ¿Quién nos salva? He escuchado esta interrogante en no pocas ocasiones, algunos, cada vez menos, afirman que con la revolución se solucionarán todos los problemas y que vencerán a la “guerra económica”, en cambio muchos más dicen que con una victoria electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Quisiera responder esta pregunta bajo varios cristales. Desde la perspectiva personal cada quien tiene el deber ciudadano y moral de luchar por su bienestar y con éste contribuir al bien común.

Quedarnos sentados lamentándonos o esperando que otros hagan el trabajo no es el camino idóneo para alcanzar las metas personales.

Desde el punto de vista colectivo, los venezolanos tenemos que organizarnos en estructuras sociales, gremiales, ciudadanas capaces de responder con acierto y decisión a los errores que constantemente está cometiendo el Ejecutivo Nacional.

La salvación, y esta es otra de las respuestas, sólo la podemos encontrar en la cercanía con Dios. Con Él podemos vencer cualquier obstáculo y la confianza que depositemos en su misericordia siempre será bien correspondida y satisfecha.

 La fe es fundamental en estos momentos de desasosiego que estamos viviendo en el país; la creencia de una mejor mañana, el compromiso misionero y prácticamente apostólico que asumamos es esencial para lograr los cambios que el país necesita.

Sociológica e históricamente el pueblo venezolano necesita un conductor político que tome las riendas de la nación. Necesitamos, como nación heredera del caciquismo, un cacique que comande los caminos hacia la transformación.

En sus tiempos Tomás Boves, Simón Bolívar, José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco, Joaquín Crespo, Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, fueron representante legítimos de lo que un día llamó el filósofo barcelonés Laureano Vallenilla Lanz  el “gendarme necesario” o que podemos definir hoy como el “líder férreo de masas”.

He escuchado en algunos casos que el único capaz de “salvarnos” es Leopoldo López, otros aseveran que es Henrique Capriles Radonski, también empieza a sonar con cada vez mayor eco María Corina Machado, no obstante en el bando oficialista no dicen nombres porque no confían ni en Maduro y menos en Cabello.

Creo que nacerá, entre los nombrados o no, un liderazgo que sea aglutinador y conductor. Un líder necesario para que comande las acciones vitales para la refundación de la república.

A pesar que nuestro “ADN” histórico indica que los venezolanos solemos seguir líderes que se ganen la confianza del colectivo, considero que además del líder social a Venezuela le urge que sus hijos asumamos el compromiso de defenderla.

Queremos un cambios entonces cambiemos nosotros primero. Queremos salvarnos de la terrible situación que vive el país, iniciemos salvando a nuestras familias, compañeros y amigos con las acciones vitales para alcanzar la transformación común.

Cada uno de nosotros puede salvar al otro. Cada quien puede ser generador de cambios y de salvación votando en las próximas elecciones y participando en las actividades pacíficas de calle.


Y al final Dios nos salvará y a Venezuela entera. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salvar Vidas en Anzoátegui

Maritain y el Estado

Redes Sociales: Gobierno abierto