Menos mal…

Desde Alta Mar-. En esta oportunidad escribiré un artículo que puede ser criticable para algunos y deliciosamente preciso para otros, y sabiendo esto de antemano le pido excusas a aquellos que pudieran sentirse afectados a pesar que no nombraré a nadie en lo particular.

Menos mal… que no voto en Barcelona, sino que sufragaré en mi querido Puerto La Cruz. Porque sería triste que me pusieran a escoger entre los distintos abanderados que presentó la MUD y los aún peores que postuló el Psuv.

Menos mal… que la fórmula de Armando Armas-Omar González Moreno está más sólida que nunca, que a pesar de las zancadillas, triquiñuelas y sortilegios oficialistas la opción del cambio para este 6 de diciembre está consolidada en la opinión pública portocruzana, lecheriense y guanteña.

Menos mal… que en el sur de Anzoátegui se encuentran los liderazgos de Antonio Barreto Sira y de José Brito para hacerle frente los embates de un madurismo que pretende a troche y moche mantenerse en el poder para seguir destruyendo a la nación.

Menos mal… que estamos en Venezuela, con un pueblo afable y estoico, de lo contrario las consecuencias de la presión social auspiciada por el mismísimo Gobierno nos hubiera convertido, hace tiempo atrás, en legiones enfrentadas las unas con las otras.

Menos mal… que cada día que pasa los venezolanos asimilan la realidad del país y están claros que los responsabilidad de la crisis que existe en la república es de aquellos que se encuentran en Miraflores dándose la gran vida mientras somos millones de ciudadanos los que sufrimos las colas, la escasez y el alto costo de la vida.

Menos mal… que soy católico y como tal tengo toda mi fe y confianza puesta en Dios. Él nos guiará directamente hacia el triunfo de la renovación nacional y la reconstrucción de una república destruida por las ambiciones de un puñado de hombres que pensaron que sería eternos en el poder.

Menos mal… que no soy chavista y tengo los ojos bien abiertos y el intelecto despierto para ver y denunciar la realidad que me rodea.

Menos mal… que nunca en mi vida voté por los candidatos de esta llamada revolución y mi voto siempre estuvo, y seguirá estando, al lado de los factores democráticos de nuestra Venezuela.

Menos mal… que muchos de nosotros, en la Unidad Democrática, sabemos que existen factores internos como el caso del Gobernador de Lara, que hay que tenerlos supervisados porque sus actuaciones son más parecidas al oficialismo que a la expresión pluralista de los demócratas de verdad.

Menos mal… que todos los días sueño por una nación diferente y que constantemente contribuyo, con mi granito de arena, en el rescate de los valores democráticos de nuestra sociedad.

Menos mal… soy periodista y como tal continuaré, en los espacios que tenga a mi disposición, denunciando, reclamando, haciéndome eco de los sentimientos de millones de venezolanos que claman por un cambio en el país.

Menos mal… no milito en el Psuv porque en esa organización hay muchos borregos que siguen el camino que otros le marcan.

Menos mal… que este artículo llegó a su final y me despido recordándoles a todos ustedes, mis apreciados lectores, que Venezuela sí tiene futuro y está en la mano de cada uno de nosotros al votar.

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