Mitos comunicacionales derribándose
Columna 2 Mar de Leva
El recibimiento multitudinario que recibió la selección nacional de fútbol, embriagó a propios y extraños con el sentimiento “vinotinto” que hierve en los corazones de millones de venezolanos, derribándose el mito de que nuestra tierra de gracia es territorio exclusivo del béisbol.
El furor del balompié criollo es producto de los logros de una selección que se ha dedicado en cuerpo y alma en la consolidación de sus capacidades físicas y técnicas, pero además es hija legítima de un proceso comunicacional al cual todos fuimos objeto, los océanos de tintas que se han derramado en los diversos periódicos, las horas dedicadas en el espectro radioeléctrico a exaltar a la Vinotinto, enfocado en la proliferación de mensajes ultranacionalistas, dieron su fruto: Despertar un amor inédito en este deporte, barnizado con un espíritu venezolanista.
Los medios de comunicación se centraron durante toda la Copa América en rescatar valores y sentimientos nacionales, mediante el protagonismo increíble y heroico de la selección de fútbol, que vale reconocerle que siempre demostraron con su destreza lo grande de nuestro país. De esta forma se rompió en todo el mundo el mito de la exclusividad del béisbol, al cual soy devoto fanático, en Venezuela, pero además se aniquiló la creencia que la división político nacional no se solventaría, lo cual quedo en evidencia que fue una pésima suposición ante la unidad nacional vinotinto.
Otro mito que ha sido vencido ante las arremetidas de la actualidad, ha sido la aseveración casi propagandística del chavismo de “hasta el 2021”, pero aún más, el atrevido y casi blasfémico “hasta el dos mil siempre”.
La terrible enfermedad que posee el Presidente de la República, que afecta por igual a millones de seres humanos en todo el mundo, fue tratada al principios por los eruditos comunicacionales del régimen como una oportunidad de “victimizar al líder”, no obstante la realidad numérica en la opinión pública es que hoy más que nunca tenemos un país dividido en dos partes iguales.
La pírrica red de medios nacionales ha podido invertir a través de las campañas de manipulación la proporción estadística, en el chavismo es hora de reflexionar sobre su política comunicacional que por primera vez se ve poco efectiva.
Agregado: Nadie es invencible. Durante el lecho de muerte del General Juan Vicente Gómez, alguien que lo acompañó en sus últimos instantes, luego que aquél respiró por última vez, dijo “hasta a la muerte le costó tumbarlo”, pero cayó.
El recibimiento multitudinario que recibió la selección nacional de fútbol, embriagó a propios y extraños con el sentimiento “vinotinto” que hierve en los corazones de millones de venezolanos, derribándose el mito de que nuestra tierra de gracia es territorio exclusivo del béisbol.
El furor del balompié criollo es producto de los logros de una selección que se ha dedicado en cuerpo y alma en la consolidación de sus capacidades físicas y técnicas, pero además es hija legítima de un proceso comunicacional al cual todos fuimos objeto, los océanos de tintas que se han derramado en los diversos periódicos, las horas dedicadas en el espectro radioeléctrico a exaltar a la Vinotinto, enfocado en la proliferación de mensajes ultranacionalistas, dieron su fruto: Despertar un amor inédito en este deporte, barnizado con un espíritu venezolanista.
Los medios de comunicación se centraron durante toda la Copa América en rescatar valores y sentimientos nacionales, mediante el protagonismo increíble y heroico de la selección de fútbol, que vale reconocerle que siempre demostraron con su destreza lo grande de nuestro país. De esta forma se rompió en todo el mundo el mito de la exclusividad del béisbol, al cual soy devoto fanático, en Venezuela, pero además se aniquiló la creencia que la división político nacional no se solventaría, lo cual quedo en evidencia que fue una pésima suposición ante la unidad nacional vinotinto.
Otro mito que ha sido vencido ante las arremetidas de la actualidad, ha sido la aseveración casi propagandística del chavismo de “hasta el 2021”, pero aún más, el atrevido y casi blasfémico “hasta el dos mil siempre”.
La terrible enfermedad que posee el Presidente de la República, que afecta por igual a millones de seres humanos en todo el mundo, fue tratada al principios por los eruditos comunicacionales del régimen como una oportunidad de “victimizar al líder”, no obstante la realidad numérica en la opinión pública es que hoy más que nunca tenemos un país dividido en dos partes iguales.
La pírrica red de medios nacionales ha podido invertir a través de las campañas de manipulación la proporción estadística, en el chavismo es hora de reflexionar sobre su política comunicacional que por primera vez se ve poco efectiva.
Agregado: Nadie es invencible. Durante el lecho de muerte del General Juan Vicente Gómez, alguien que lo acompañó en sus últimos instantes, luego que aquél respiró por última vez, dijo “hasta a la muerte le costó tumbarlo”, pero cayó.
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