Esequibo: tan venezolano como la arepa

Desde Alta Mar-. Así de venezolano como una arepa rellena, así como un pabellón criollo o de asumir con orgullo patrio que tenemos las mujeres más hermosas del universo, las mejores reservas petrolíferas del mundo y el cacao más delicioso que existe sobre la faz de la tierra, de esa misma forma decimos que El Esequibo es de Venezuela.

En reiterados artículos de opinión, anteriores a la agresión que en la actualidad estamos sufriendo por parte de Guyana, habíamos sostenido la impostergable necesidad de recuperar, de una vez por todas, aquel vasto territorio nacional que está en reclamación con Georgetown.

Hoy observamos con estoicismo como el Gobierno Nacional, que ha mantenido una arrogante actitud de guapetón de barrio, hace un mutis paralizante sobre el tema de la posición beligerante que Guyana a tomada en contra de los intereses de Venezuela. ¿Dónde quedó el discurso que “somos una revolución pacífica, pero armada” que el señor Chávez tan cortés  aseveraba en el pasado para “intimidar a los gringos”?.

Este es el momento de que el Gobierno demuestre su carácter nacionalista… pero esto sería mucho pedirle a un régimen de disfraz y caramelos, la altanera voz del Presidente Chávez hoy calla a pesar que desde Georgetown pretenden arrebatarnos, cuales carteristas de esquina, 159.500 km² de nuestro territorio, pero el país íntegro debe unirse para defender lo que nos pertenece.

Quienes aseguren que nuestro país es pacífico no están errados, somos un pueblo de paz y sosiego, pero también llevamos en nuestras venas aquella sangre Caribe que nos impulsa a defender lo que es nuestro, ese mismo palpitar que estaba en el pecho de los aguerridos “Bravos de Apure” al cruzar las cordilleras andinas para libertar otros países del yugo español. No, no se equivoquen los venezolanos no aceptaremos el robo descarado que los guyaneses pretenden hacernos, aunque este Gobierno le dé la espalda a la esta situación, el próximo Presidente tendrá el deber moral y patriótico de ponerle un coto definitivo al flagelo de las ambiciones de Guyana.


Sueño, y sé que lo haré realidad, en bañarme en las aguas del río Esequibo y nadar sin cesar o navegarlo en un bongo hasta el cansancio, deambular en su corriente por horas y jamás salir del territorio patrio, porque sin lugar a dudas toda aquella extensión de tierra es Venezuela y más allá de la codicia que domina la locura expansionista de los vecinos del Este, el Esequibo siempre será como la arepa, criollita.

¡Fuertes a locha a mi gallo voy!
@jdsolorzano / www.josedionisiosolorzano.blogspot.com

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