Ética y guerra comunicacional

Debido a la polémica que generó en Colombia unas declaraciones dadas por J.J Rendón, y que impulsó y juzgó la reportera de la revista Semana, María Jimena Duzán, como carentes de ética, da pie a reflexionar sobre el rol de la filosofía como de la deontología con relación a las campañas electorales, entendidas estas como "Guerras comunicacionales".
Colocan en el hoguera al asesor venezolano sencillamente por haber expresado de forma llana y concreta la realidad de las campañas electorales y el maniqueísmo político que siempre ha movido este "arte", pareciese olvidarse el éxito y vigencia relativa de los mecanismos empleados por Paul Joseph Goebbels en aquellos días del poder alemán, como de tantos otros consultores de procesos comiciales con extraordinarios logros y que han empleado mecanismos que filosóficamente pudiesen ser calificados de "anti-éticos".
J.J Rendón a dado un giro en el manejo de las campañas políticas, se ha edificado en un ejemplo a seguir de todos aquellos que hemos seguido y promovido este oficio como carrera profesional; hace unos días leí, y confieso que no rememoro la autoría de la frase, que "quienes critican las campañas y procesos electorales jamás han guiado o por lo menos integrado una en su vida", lo que evidencia el alto nivel de incomprensión de esta práctica.
En el libro "Como se vende un Presidente", de Joe McGinniss, que habla sobre la segunda postulación de Richard Nixon a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamerica, se discurre sobre algunos tópicos que deben ser leídos por la reportera de Semana, antes de juzgar al asesor criollo, debido que en una forma más arcaica, salvando la diferencia de la década de los 70 con el alba del siglo XXI, los "creadores" de la imagen del ex-Presidente estadounidense, utilizaron mecanismos basados en la Televisión para manipular la opinión pública, tocar la fibra del electorado y aún más menospreciar y arremeter en contra de la imagen de Hubert Humphrey candidato demócrata.
Una campaña electoral es definida en pocas palabras en: Una Guerra. Es conocido aquel refrán de que en "La guerra y el amor todo se vale", bueno un proceso comicial es una mezcla de ambas. Es la pugna de imponer unas ideas por encima de otras, y es la lucha por alcanzar el enamoramiento de la mayoría del electorado; entonces rescatando partes de las aseveraciones del filósofo Fernando Savater, hay que tener claro: "ética es una cosa y política otra".
Sobre el tema de la honestidad, que Savater juzga indispensable para el ejercicio de la política, concuerdo totalmente con ello, por ende, rescato otra aseveración de Rendón quien dijo que los datos que recopila y luego utiliza son "informaciones sustentadas y objetivas", es decir, verdades al servicio de una campaña, la deshonestidad no proviene de quien emplea la verdad, sino de aquel que la oculta para su propio provecho.
Seguir hablado del asunto sería perdernos en un abismo de meditaciones y argumentaciones que extrapolarían más temas y estas a su vez asumirían el papel de parteras de infinitas conclusiones. Para culminar me agradaría reiterar el concepto de que si las campañas son una guerra, entonces la ética se aplica como si sus ejecutores fuesen soldados o generales no médicos o sacerdotes.
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