Toda decisión es positiva
Mar de Leva (@jdsolorzano)-.
Quienes trabajen en la estructuración de mensajes políticos y en
estrategias de campaña deben comprender, al inicio de sus actividades
puntuales, que la mente humana siempre reacciona inspirada por una
intencionalidad positiva.
¡Sí, totalmente positiva!, hasta
las acciones de violencia son motivadas por una razón meramente positiva; un ser
humano, sano y en sus cabales, jamás
atentará contra su propia integridad, por eso, sus decisiones siempre
responderán a la necesidad de crear condiciones favorables para él y su
ambiente.
Entonces, cuando se elaboran
mensajes de campañas, además que estos deben tener consonancia con la imagen y
el pensamiento del candidato, de lo contrario estructuraríamos una brecha
comunicacional que generaría a su vez en un ruido,
éstos tienen que poseer para el elector un sentido positivo, así se esté
argumentando sobre temas negativos.
Me explico, cuando el candidato
hable, por ejemplo, de los problemas sociales que agobian a la comunidad local,
regional o nacional, debe expresarlo con una motivación que sea interpretada
como positiva: Lo dice porque quiere
ayudarnos, lo asegura porque lo siente así, lo hace o dice por nosotros, de
lo contrario la respuesta de la opinión pública no será para nada
satisfactoria.
Al recordar que todo proceso de
comunicación busca una retroalimentación y que ésta debería ser la esperada por
nosotros, es decir, la respuesta deseada, nos percatamos que la forma y el
fondo del mensaje debe estar estructurado de tal forma que nos permita infundir
los sentimientos más propicios a nuestro fin.
Si el mensajes denota un carácter
negativo será rechazado por los interlocutores, esto para nada indica que los
discursos de denuncia, fuerza o demás factores son desaconsejables, por el
contrario éstos pudieran ser muy efectivos siempre y cuando el qué y el cómo denoten
un carácter que sea bien interpretado por los públicos metas.
Quisiese rápidamente esbozar
aquí, de forma ejemplarizante, varios casos de reacción positiva:
-
Las explosiones sociales, que generalmente
poseen una realidad agresiva y destructiva, se efectúan emanadas de la necesidad del pueblo de
defenderse de una realidad social que para ellos ya es insostenible: Es decir
su motivación es la PROTECCIÓN, es
positiva.
- Tal vez en tu carrera (si eres un profesional de
las campañas política) o en tu vida diaria, pudiste presenciar como un
colectivo votó en contra de un candidato que había hecho un “buen desempeño”, y
por qué lo hicieron, en el caso Español sobre la derrota del PP, al término del
gobierno de José María Aznar, por encima de las encuestas, fue porque los
españoles catalogaron que con los populares los atentados de terroristas iban a
tomar más cuerpo. PROTECCIÓN, una
decisión con origen positivo.
Bueno, si la intención del voto
es, como en toda acción humana, auspiciada por una intención positiva,
entonces, los mensajes del candidato tienen que responder a los valores de
amor, protección, superación, crecimiento, felicidad, entre otros elementos, y
además deben ser percibidos como auspiciados por sentimientos loables y
respetables, de lo contrario no surtirán efecto.
Si un individuo siempre actuará
en defensa de su integridad, de su familia, de sus amigos, de su ambiente, la
sociedad se moverá igualmente, de allí que siempre veremos en cualquier parte
del mundo la unión connacional de enemigos en resguardo de la integridad de la
patria, ante por ejemplo una invasión extranjera.
Para concluir el mensaje político
debe poseer una finalidad positiva, de lo contrario su resonancia en la opinión
pública será escasa, lánguida y desdeñada. ¡Cuidado, recuérdalo, tus electores
los mueve el bien así sea en las acciones más duras!
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