Caso Nairobi Pinto
Desde Alta Mar-. Iniciar este artículo hablando sobre los
innumerables casos de violación contra los derechos de los reporteros y
comunicadores sociales sería como llover sobre mojado, calichoso y prácticamente
innecesario, bastaría con decir que los casos de ataques contra los periodistas
han sido de lo más común en la Era del Socialismo del Siglo XXI.
El caso más reciente de la
agitada realidad venezolana es el secuestro de la periodista de la planta televisiva
Globovisión, Nairobi Pinto, la cual fue apresada por presuntos delincuentes en
la mismísima puerta de su casa.
¿Te asombra el hecho? Claro que
no en estos días donde el “hamponato” gobierna más que Miraflores este tipo de
sucesos es trillado y hasta normal, más cuando la víctima es parte de ese
gremio señalado, por la vía de los hechos, por los revolucionarios como uno de
sus enemigos.
Sin embargo aunque el tema del
acoso a los trabajadores de la información sea tan común, así la delincuencia
haga de la suyas a sus más libres anchas, sigue siendo doloroso leer
expresiones como la emitida por los familiares y amigos de la colega Pinto: "Dónde estés sigues aferrada a la vida,
bajo oración, desde aquí luchamos por tu liberación"
Cuando en un país la vida deja de
ser un valor sagrado, cuando la existencia misma, para ti o para mí, está en
riesgo entonces estamos en presencia de la derrota histórica de la humanidad y
de la democracia.
El error más grande que ha
cometido, y peor aún sigue cometiendo, la revolución ha sido la creación de un
sistema delictual que se ha apoderado de todo el cuerpo de la nación. Hoy,
lastimosamente hay que decirlo, nadie está a salvo de los males de la
delincuencia y eso lo observamos cuando leemos informaciones sobre la muerte de
tal escolta de tal funcionario.
Por Twitter, nuevo medio de
comunicación que de hecho rompió con las barreras informativas del status quo
comunicacional, hemos podido observar
las incuestionables y sinceras muestras de apoyo de todo el gremio periodístico
hacia la colega secuestrada.
¡Liberen a Nairobi! A sido sin
duda alguna una petición que se ha hecho viral, no sólo por la influencia de
los medios digitales en este siglo que apenas sigue dando sus primero pininos,
sino que se extiende más allá de la red y se escucha en muchas partes.
El caso Nairobi es uno más de la
lista de frustrantes hechos que desdibujan a un país como Venezuela, que dejan
la cortina abierta para mostrarle al mundo que aquí estamos viviendo el caos
mismo hecho sistema.
¡Qué Dios Todopoderoso nos cuide
en estos tiempos de cólera social!
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