Venezuela: En campaña permanente
Mar de Leva-. Desde hace 15 años Venezuela ha sido un país en
permanente campaña electoral, una de las características que diferenció la
gestión del extinto Jefe de Estado es que él jamás dejó su rol de candidato a
un lado y siempre fue perennemente un aspirante a, en su caso, mantenerse en el
“coroto”.
Elecciones tras elecciones las
fuerzas políticas en pugna han tenido en vilo a los venezolanos, éstos han sido
objeto de una prolongada campaña electoral con varios matices, momentos y
discursos que han encrespado la tolerancia de los connacionales.
El discurso oficialista ha pasado
desde un nacionalismo reivindicativo defensor en un cambio, calificando hace
algún tiempo con el término ambiguo de “Proceso”,
a posiciones más doctrinarias con el “socialismo
del siglo XXI” hasta llegar a mensajes plenamente emotivos de carácter “íntimo”
como es el caso de la campaña “Corazón de
Mi Patria”.
En este momento el accionar de
gobierno del actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien en su campaña se vinculó con todos los
elementos comunicacionales, lingüísticos, gestuales y visuales de Higo Chávez,
ha venido alejándose de éstos, no totalmente, para ir sembrado una fisonomía
propia.
En el caso de Maduro posee una
campaña, en el caso de las Redes Sociales, vinculando su nombre con elementos
representativos, pro-activo, de relación al líder, y populares asegurándose de
introducir en la mente de sus seguidores elementos que le den a éste
características de profunda venezolanidad.
Esa es la política en los otros
medios tradicionales. El mandatario nacional, que vive una crisis de
gobernabilidad que zigzaguea constantemente, sabe que atraviesa uno de sus
peores momentos, por ende, necesita persistir en una campaña institucional que
se enfoque en su persona, para así minimizar, o por lo menor tratar, de reducir
los índices de impacto de las protestas en su contra.
En el otro lado de la acera se
encuentra la llamada Alternativa Democrática que se ha unido en plataformas
como la extinta Coordinadora Democrática o la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD), las cuales varían en sus acciones y decisiones con relación a los
intereses de los grupos que la dominan o de los candidatos presidenciales que
poseen en determinada ocasión.
Por ejemplo en la actualidad la plataforma
opositora a Nicolás Maduro no se muestra completamente unida debido a dos
visiones distintas: las que creen en un diálogo con el régimen y aquellos que
se mantienen firmes en su propósito de seguir apoyando las manifestaciones de calle.
Con resultados electores
diversos, victorias para el oficialismo o para la oposición. Ambos factores
copan la vida política, económica, social y noticiosa del país.
¿Qué deben hacer los venezolanos
ante un país intoxicado de política? Las comunicaciones políticas en la nación
caribeña han llevado al paroxismo a una
población que se sentía dueña del destino ante la proliferación de elecciones,
aunque cada día se denota más su poco entusiasmo en estos procesos comiciales.
En el tema discursivo los adversarios
del gobierno han pasado de una invitación “Atrévete…
a cambiar” a decir que “Hay un camino”,
el cual se transformó en “La Salida”
con los cuales se han centrado a una permanente incitación de salir del actual
sistema sin ninguna propuesta clara de Gobierno.
En 1999 se dijo: “Chávez, la fuerza que mueve al pueblo”
acompañado con la idea del “patriotismo”
enarbolada en la refundación de la patria mediante la Asamblea Nacional
Constituyente, mientras esta estrategia fue triunfante, la MUD en la actualidad
reniega de la posibilidad de darle carga y contenido ideológico-idealista a sus
planteamientos simplemente centrándose en las necesidades del día a día, lo que
siempre lo ha colocado a merced de las inclinaciones de la Opinión Pública y
dependiendo de los errores de sus contrarios en el poder.
Venezuela es una nación que vive
en campaña… ¿Cuándo terminará?, he allí la cuestión.
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