Una onza de pan
Desde Alta Mar-. Deseo, con el permiso de todos ustedes, dedicar
las próximas líneas al tema de la economía no cargado de los profundísimos
elementos que encarnan la macro y micro economía entendida desde los ojos de
los eruditos de la materia, sino enfocada desde la óptica del pensamiento
político que generalmente domina las decisiones en este ramo del Gobierno.
Nicolás Maduro, entrándose en
aguas más recónditas en comparación a aquellas que surcó su antecesor, está
dirigiendo a la nación entera hacia un caos de extraordinaria magnitud.
Los elevadísimos precios, la
escasez, el desabastecimiento, la carencia de niveles aceptables de producción
hace a nuestra Venezuela una nación plenamente pobre.
Una de las mayores riquezas de un
país estriba directamente en producir el mayor número de productos que consume,
de allí la necesidad de cualquier gobierno consciente de incentivar la
industria, la ganadería y la agricultura.
Cosa diametralmente opuesta han
realizado los socialista en el Gobierno, durante 15 años enterraron con sus
políticas a la productividad nacional, la mismísima Pdvsa está a la hora actual
sumergida en una paupérrima realidad que deja mucho que desear.
¿Es nuevo este fracaso
socialista? Claro que no, la mayoría de los Gobiernos de este corte terminan representando un rotundo
fracaso económico y por ende social. Tenemos el caso de la otrora Unión
Soviética que cayó ante el hambre de su pueblo, igualmente la extinta
Yugoslavia, Cuba y demás naciones de esta órbita del terror rojo.
China puede ser la excepción,
debido a su titánica población, la
Alemania comunista, aquella que estaba en manos de Erich Honecker, también es
otra que fue ícono del manejo económico aunque igualmente cayó dejando
simplemente un mal recuerdo para germanos como para el resto de la humanidad.
Al Gobierno nacional que se
empeña en calificar a sus opositores de fascistas, hay que rememorarle que
tanto el régimen de Benito Mussolini, como el de Hitler y Oliveira Salazar,
Italia, Alemania y Portugal respectivamente, se basaron en el corporativismo
mecanismo de unidad patrono-obrero, defendieron la autarquía, entiéndase el
sistema de autosuficiencia económica, todo lo contrario a la política
importadora madurista, es decir, en dos de estos tres casos las economías
nacionales florecieron.
Durante un discurso un fascista
dijo: 500 mil marcos es el precio de una
onza de pan, ni con una carretilla podemos transportar tanto dinero… Así
habían dejado la economía los socialistas y fue la política derechista la que
sacó a aquella nación de esa espantosa crisis en muy poco tiempo.
Estimado lector, usted ha vivido
en carne propia las consecuencias del socialismo en materia económica y fiscal,
ahora lo invito a leer este fragmento:
“…producción es la garantía de una moneda y no un banco o una caja de
caudales llena de oro. Y si yo aumento esta producción elevo en realidad los
ingresos de mis connacionales y si la reduzco, los ingresos disminuyen
cualesquiera que sean los salarios que se paguen”.
Entienden la razón por la cual
los “aumentos” del salario mínimo no son tales porque usted sigue sin
satisfacer sus necesidades básicas, ¿entiende la importancia del incentivo de
la productividad nacional, del resto a la propiedad privada y de la orientación
de la economía?
Twitter: @jdsolorzano
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