Uribe vs. Samper: Doble moral socialista

Desde Alta Mar-. Los socialistas se han caracterizado en Venezuela como en todo el mundo por ser muy hábiles en el manejo de la palabra, en la argumentación reptil, en la retórica embaucadora, ellos han perfeccionado los más finos estilos de propaganda para alcanzar sus objetivos más macabros, de todo esto no se puede tener dudas.

Su facilidad, su Don, para engañar ha sido empleado en Rusia, Chile, Cuba, Corea del Norte, China, Egipto y en Venezuela… Son los reyes de las pantomimas, de las farsas y de las percepciones.

¡Bueno! ¿Por qué hago esta introducción? Es sencillo apreciados lectores, porque el régimen de Nicolás Maduro, como buen militante de la izquierda arcaica, está empleando la doble moral socialista en su cotidianidad.

Hace unos días se escenificó un interesante debate en el Congreso de la República de Colombia, donde se interpeló al ex presidente de aquel país y actual senador, Álvaro Uribe Vélez, debido a que éste dirigente neogranadino ha sido acusado de paramilitarismo y de vínculos con el narcotráfico.

Lo cierto, además de sentirse la diferencia entre los parlamentarios colombianos que sí actúan como tales incluso los de la bancada de izquierda y no como los oficialistas en nuestra tan golpeada Asamblea Nacional donde la bajeza roja es evidente, se pudo constatar como la izquierda se maneja con el mayor de los cinismos.

Los maduristas emprendieron una campaña mediática y política para acusar al ex Jefe de Estado colombiano de narcotráfico, de nexos con el capo Pablo Escobar Gaviria, se hicieron eco de las acusaciones de los enemigos políticos del político neogranadino a tal punto que las esbozaban como un hecho ya aclarado y juzgado.

Los socialistas criollos señalaron a Uribe como un “aliado de la narcoparamilitarismo” y en seguida lo vincularon con las fuerzas de la Unidad Democrática.

¿Y a todas estas dónde está la doble cara oficialista? Mientras el Ejecutivo venezolano y sus tentáculos comunicacionales arremetían contra Uribe se olvidaban que hace unos pocos días el mismísimo presidente Maduro se reunía familiarmente con el ex mandatario del vecino país, Ernesto Samper.

Samper, quien fue electo Secretario General de la Unasur por petición del madurismo y aliado de éste a tal punto de decir que “Venezuela está en las mejores manos con Maduro”, fue acusado cuando fue presidente de la república de su nación por estrechísimas relaciones con los carteles de la droga, sobre todo por el que dirigían los hermanos Orejuela.

Un extraordinario gran reportaje presentado en un libro titulado “El Presidente que iba a caer”, redactado a seis manos por los periodistas Mauricio Vargas, Jorge Lemes y Edgar Tellez, relata la escandalosa relevación del financiamiento de los Orejuela a la campaña del entonces candidato del Partido Liberal, Ernesto Samper.

Ahora la izquierda venezolana se olvida de esta realidad, le echa tierrita a este tema, y sale con su descaro innato a acusar a Uribe por el sólo hecho de ser “un derechista”.

Para ellos todos los males son de quienes se oponen ideológicamente a su envejecido y enmohecido basamento doctrinario.

Por ejemplo sus mentiras y contradicciones lo han llevado a decir que el 4 de Febrero no fue un golpe de Estado sino que lo bautizaron con el eufemismo de “rebelión cívico-militar” mientras sí reconocen como golpe los sucesos del 11 de abril.

En pocas palabras los socialistas son unos inmorales, mentiroso y doble cara. 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Salvar Vidas en Anzoátegui

Maritain y el Estado

Dimensión humana de la economía