Año de verdades
Desde Alta Mar-.
Ya llegamos al 2015. Esta nueva oportunidad de vida debe estar signada por el
reavivamiento de la esperanza en los hombres y mujeres que estamos
comprometidos con una Venezuela democrática y realmente libre.
Este nuevo año que
se abre camino en medio de la selva de problemas que nos legó el 2014 es un
período de verdades para el pueblo venezolano.
Tenemos que dejar
atrás la ingenuidad de algunas de nuestras creencias y entrar en sintonía real
y efectiva con el país que nos rodea y sumergirnos en la reflexión profunda de
lo hecho y por hacer para alcanzar la
reconstrucción nacional.
El episodio
alrededor de la designación de los poderes públicos tiene que ser tema de
discusión no en las instancias internas de la Mesa de la Unidad Democrática,
sino que tiene que ser un debate abierto y sincero entre todos los venezolanos
que aspiran a un cambio en el país.
El nombramiento
como rectores o magistrados, del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del
Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) respectivamente, de algunas personas
vinculadas de una u otra forma con los partidos Primero Justicia (PJ), Acción
Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT) tiene que ser evaluado con detalle y
precisión.
Más allá del “todos
somos necesarios” tenemos el compromiso con el pueblo venezolano, con los
líderes políticos y estudiantiles presos injustamente, de tratar este tema que
tan escabroso es para todos.
Los representantes
políticos de UNT, PJ y AD deben aclarar el hecho que poseen vínculos y
conversaciones con el régimen.
Algunos dirán que
el propuesto rector relacionado con PJ, apellidado Durán, renunció a la
designación, no obstante tenemos que ver el caso con una lupa, esto indica que
éste decide dar un paso atrás luego de la crítica pública que el Gobernador y
excandidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, realizó llamándolos
“semi-opositores” lo que pudo haber echado por tierra el nexo aurinegro-rojo.
En cambio las
personas señaladas como pro-adecos y pro-unetistas siguieron adelante, ¿por qué
no hubo nadie en su seno que quedara por fuera de las conversaciones?, y se
mantuvieron firmes hasta el momento de su juramentación.
Esta situación
tiene que develarse de una vez durante los próximos meses de este 2015.
Es justo y
necesario tomar en consideración que quienes entraron en esta jugada mixta
fueron aquellos que justamente se han opuesto a acciones más firmes de
oposición al régimen. Quienes criticaron La Salida son los mismos que dan
demostraciones de una “política de coexistencia” que la mayoría de la población
rechaza.
Este año tiene que
ser de verdades para el país. Del lado del oficialismo tiene que
ineludiblemente que brotar la verdad de su fractura cada vez más profunda.
La designación de
Rafael Ramírez como Embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) es
parte de un plan que lleva meses en ejecución que circunda el hecho de
minimizar el poder del quien fuera amo y señor de Petróleos de Venezuela.
A Ramírez primero
lo despojan del poder económico sacándolo de PDVSA y posterior le arrebatan el
poder político destituyéndolo de la Cancillería y enviándolo fuera de
Venezuela.
La guerra está más
que abierta en el núcleo del oficialismo, las discusiones rojas, rojitas se
extenderán hasta hacerse insostenible, esto es casi un hecho.
En medio de todo
este escenario, la unión ciudadana, la cohesión del pueblo democrático es
necesaria para dejar en el pasado, de una vez por todas, este presente de
ignominia.
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