La pantalla

Mar de Leva-. El Gobierno de Venezuela sigue sosteniendo la plataforma comunicacional, TeleSur, como un  punto estratégico en un afán de promover mensajes al mundo en su lucha “ideológica” que está librando contra lo que la izquierda siempre ha calificado como el imperialismo.

Son millones de dólares que le costó al Estado venezolano la puesta en funcionamiento del canal de noticias para hacerle contrapeso a la cadena de información CNN.

Es un increíble monto en dólares lo que cuesta mantener en pie a esa estación de televisión que se concentra en atacar al gobierno de los Estados Unidos y todo aquel que se considere como su aliado, mientras se lanzan loas a aquellos gobernantes o movimientos que se dicen de izquierda.

Editores, periodistas, camarógrafos, técnicos, y demás son parte de una estructura que cuesta dinero, mucho dinero.

El gobierno venezolano en vez de proyectar las bondades naturales del país, se aferra a un combate informativo para tratar de “desmedir” o “vencer” el calificado cerco mediático internacional.

Lo cierto es que en TeleSur podemos observar un instrumento de comunicación política que pudiera ser interesante, no obstante la desmedida sobrecarga de politización, y de sesgo evita que el canal pudiera ser otra cosa.

El sectarismo llevado a extremos  es un muro de avance en la materia comunicacional, el dogmatismo ideológico del cual se ufanan los partidos de izquierda en ocasiones hacen que los procesos de comunicación política se mejoren o tengan efectividad en su empleo.

TeleSur, en el ámbito comunicacional nacional, pudiera ser una ventana para promocionar al país, o en comunicación política una medida para perfeccionar el posicionamiento silente, serio, y delicado de tácticas de penetración de los públicos metas, no obstante en cambio es simple propaganda expresada en un rudo y poco efectivo anti-americanismo.

Gastan horas en hablar mal de los Estados Unidos, es perder el enfoque de una herramienta como TeleSur, es perder el rumbo y caer en un negativismo que más temprano que tarde afectará a los propios emisores del mensaje.

Los comunicadores sociales que laboran en esa cadena de noticias internacional, pueden ser excepcionales en el manejo de la noticia y en la edición de esta, aunque la carencia de una línea editorial que responda a una estrategia bien definida es, sin duda alguna, el efecto más perjudicial y devastador para una iniciativa como esa.

¿Qué le importa al televidente una serie de ataques constantes en contra de una nación foránea? Las audiencias hay que enamorarlas, cortejarlas, no podemos estancarnos en los sectores ya convencidos, porque llegará el día en que le hablaremos a un círculo permanente.

Las comunicaciones políticas son técnicas, herramientas, tácticas que no puede darse el lujo en caer en el fanatismo sin horizontes definidos.

Hoy la pantalla de TeleSur está sub-utilizada, porque no responde a la proyección de los aspectos positivos del país, de acuerdo con la visión comunicacional propositiva, y tampoco posee una orientación adecuada en el aspecto político-comunicacional.

¡Comunícate bien!


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