Ruido en la comunicación

Columna 2-. Mar de Leva

Vamos en esta oportunidad a recordar un poco de Shannon y Weaver con su Teoría de la Información, que observamos y estudiamos en los tiempos de la universidad, pero centrado en el aspecto de la importancia del “ruido” comunicacional y su impacto en la interpretación deseada del mensaje que se estructura.
Toda organización debe comprender que en cada proceso comunicacional existe el “riesgo” que sufrir “un ruido” en la trasmisión de un mensaje determinado, que sin duda alguna afectará el resultado esperado en el interlocutor o receptor, lo que a su vez generará poca fidelidad en la información que se quiere dar a conocer.
Antes de estructurar un mensaje debe conocerse el público meta, además de representar estructuralmente los principios básicos de la imagen del emisor en su contenido. Si por alguna razón el mensaje es enviado a través de canales inadecuados o su estructura no está apegada a la cultura e identidad de la organización se concebirá en el subconsciente de los receptores una mala interpretación de estos e inclusive se corre el peligro que se revierta en contra de la percepción de la organización y/o emisor
Una muy conocida frase reza que “a mayor ruido menor fidelidad. A menor ruido mayor fidelidad”, esto nos indica que si nuestras organizaciones, líderes políticos o sociales no emplean los canales adecuados para emitir el mensaje, si no se apoyan en los procedimientos precisos y con el lenguaje acorde a la comodidad de los públicos, el resultado será una sumatoria constante y elocuente de ruidos que distraerán al perceptor del origen cierto de la emisión, fomentando la distorsión y la errática comprensión de la información.
El conocimiento socio-cultural-psicológico de los diferentes públicos que convergen en el estudio de la opinión pública deben ser analizados previamente en la concepción de una estrategia comunicacional, debido a que los mensajes que se organicen deben estar en sintonía con estos aspectos sociales e individuales, ya que de lo contrario se corre el riesgos de acrecentar las posibilidad de multiplicación de los ruidos en el proceso comunicativo.
Para evitar la distorsión en el mensaje se recomienda que este sea repetido constantemente, verificando meticulosamente que los canales de comunicación sean los adecuados. “La relación entre el mensaje y la respuesta del receptor se fortalecerá mientras mayor sea la frecuencia con que se presente el mensaje”, de esta forma se garantizará mayor fidelidad en el mensaje emitido.
Las instituciones y/u organizaciones públicas están propensas a generar matrices de opinión cargaras de ruidos y desinformación, lo que generalmente afectan la imagen que estos poseen en su entorno, lo cual no es atendido con la diligencia de los casos, lo que da paso a la crisis.

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