El sufrimiento no será televisado
Mar de Leva-. Hace unos
años a cada instante todas las
televisoras afectas al régimen venezolano, es decir la gran mayoría de los
canales de televisión, pasaban con inaudita regularidad el documental “La Revolución no será transmitida” con lo cual hacían alusión de los sucesos del
11 de abril del 2002 y el tan mencionado cerco mediático durante aquellos días.
12 años después el cerco
comunicacional lo tiene el régimen. Los canales de televisión no transmiten por
sus pantallas los terribles sucesos que ya arrojan, por lo menos, oficialmente
31 muertos en el país.
Hoy los venezolanos dicen que “el sufrimiento del pueblo no será
televisado”, debido a la política de censura y autocensura que se vive en
Venezuela, el cual llega a niveles internacionales con la salida de las
cableras criollas del canal de noticias NTN24, las amenazas recurrente contra
CNN en Español e inclusive la reunión irónicamente calificada por la
representante venezolana de la OEA como “transparentemente
privada” y el cerco que se tejió en este organismos continental.
Lo cierto es que los temas que
abordamos en esta columna no están dirigidos
a opiniones sobre los temas políticos en sí, sino por el contrario a
realizar un análisis, lo más prudente y reflexivos, de las realidades
comunicacionales y sobre las comunicaciones políticas.
¡Entonces! ¿Qué persigue el régimen
con su política de silencio? La cúpula nacional cree que el silenciamiento de
la sociedad le permitirá engrosar su poder sobre las masas, evitando que ésta
conozca el impacto de las manifestaciones de calles en la nación.
¡Quien tiene la información,
tiene el poder! Pareciera que esta es la máxima que domina las acciones del
Ejecutivo venezolano, de allí su empeño de censurar los medios audiovisuales,
sobre todo las televisoras.
El cerco mediático rojo se ha
profundizado, el Gobierno de Nicolás Maduro pretende hegemonizar no sólo los
medios de comunicación sino la verdad y para ello se empeña a crear estrategias
comunicacionales para profundizar en el manejo de “conceptos, calificativos e
ideas”.
Esta olla de presión mediática,
ante esta barrera informativa el pueblo venezolano ha dado una respuesta
natural y socialmente explicable como un semi-estallido de comunicación en el
uso dinámico, efectivo y revelador de las redes sociales.
Toda sociedad cuando no encuentra
mecanismos para el flujo informativo, cuando se ve presionada siempre buscará
métodos alternativos para oír y decir lo que ve, siente y padece.
Mientras los canales no televisan
el sufrimiento de los venezolanos, los videos por Youtube, Facebook e Instagram
y mensajes a través del Twitter sí lo hacen.
El ahogamiento comunicacional del
régimen puede ocasionar dos mecanismos diferentes, el primero: la asfixia total de la ciudadanía, quienes
se dejará controlar por las “verdades” oficiales abandonando a aquellos que se
encuentran en las calles de Venezuela protestando; o segundo: logrando, gracias su política, un despertar
violento de la sociedad causando a su vez una explosión social, es decir: se
revienta la olla.
Los mecanismos de represión
mediática se extiende hacia el mundo digital, por la imposibilidad del gobierno
de Nicolás Maduro de controlar el flujo de información en las redes sociales y
en las nuevas plataformas comunicacionales, de allí la iniciativa del “Cessppa”,
nuevo órgano de espionaje oficialista para controlar y “vigilar” lo que se dice
a través de los mecanismos 2.0
El gobierno de Nicolás se basa en
la acción de fuerza para sostenerse en Miraflores lo que lo ha llevado a
censurar cualquier medio de difusión de la realidad nacional, no obstante los
métodos seleccionados por él y sus colaboradores no han mejorado su situación
sino que la empeora día a día.
La sociedad venezolana está como
un niño que busca atención, si no lo ven: salta, grita, se monta en la silla,
siempre buscando la forma de que volteen a verlo y que su voz sea escuchada y
atendida… así están los venezolanos buscando y encontrando medios para la
divulgación de lo que acontece dentro del país.
¡A Nicolás el tiro del
silenciamiento social le está saliendo por la culata!
Twitter: @jdsolorzano
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