Atrévete a arriesgarte
Desde Alta Mar-.
“Arriésguense a amar, rezar, llorar, reír, ayudar a otros… Arriésguense a
vivir en la gracia de Dios”. Quise iniciar este artículo recordando estas
palabras que en la homilía del tercer día de novenario de la Santa Misa de
Aguinaldo escuché de un sacerdote que insistentemente le hacía un llamado a la
feligresía a descartar el miedo de sus vidas y “arriesgarse” a vivir la fe sin
límites.
Hoy los venezolanos
tenemos que arriesgarnos a luchar, a dejar atrás el conformismo y levantar las
banderas de la dignidad nacional.
Arriesguémoslo todo por
el mañana, es preferible hacerlo así que soportar un porvenir de oscuridad,
arrepentimiento y zozobra.
El hambre del pueblo nos
tiene que motivar para emprender acciones cívicas y democráticas que nos
permitan una salida a la grave crisis política y social que padece la república
luego de 15 años de desgobierno que desembocaron en la realidad paupérrima que
poseemos a nuestro alrededor.
Debemos arriesgarnos por
nuestros hijos, por los nacidos y por nacer.
¿Qué Venezuela pensamos dejarles
a ellos? ¿Qué mañana pretendemos heredarles si no hacemos nada hoy por mejorar
el presente de nuestra tierra?
Despojémonos del temor,
así como el San Papa Juan Pablo II aseveró al decir “No tengáis miedo”. Levantémonos
de la letanía de quejas y de tristezas, erguidos, firmes y valientes vamos a
recorrer las sendas de un futuro de avanzada, bienestar y paz para cada uno de
los venezolanos.
¿Quedarnos de brazos
cruzados? Esto es imposible para quienes amamos este país, para quienes creemos
en la bondad misericordiosa de Dios. ¿Callar? Tampoco es una opción, porque aun
haciendo silencio, los gritos ahogados en nuestro interior irán creciendo hasta
hacerse insoportables.
La nación que nos vio
nacer requiere del concierto decidido de cada uno de nosotros. La Venezuela heroica,
esa por donde cabalgaron las tropas de Bolívar, Páez, Anzoátegui, Sucre, Bermúdez,
Piar, Mariño y muchos más, está a la espera de nuestra acción por su rescate.
Las declaraciones del
General Vivas, gran icono de la resistencia caraqueña ante las pretensiones
hegemónicas y autoritarias del régimen de Nicolás Maduro, así como otros
movimientos de avanzada, son expresiones de la necesidad nacional de
patriotismo activo y definitorio, que los permitan desarrollar los mecanismos
necesarios para alcanzar la meta de la reconstrucción nacional.
Las posiciones de
movimientos como la Organización de Estudiantes Nacionalistas (Orden), de Un
Nuevo Orden (UNO), así como de expresiones más formales o tradicionales como
Vente Venezuela y de movimientos de la democracia cristiana como Copei, cada
quien bajo su óptica filosófica y política, son vitales para la estructuración
de una Venezuela mejor, donde el progreso individual y colectivo esté enmarcado
en la refundación de la república.
Venezolanos poseemos el
deber de arriesgarnos con fe por nuestra Venezuela. Tenemos que dar un paso al
frente, confiando en Dios Todopoderoso, para converger en la construcción de
una patria nueva donde los valores éticos y realmente bolivarianos surgen y
florezcan en todo su esplendor.
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