Buena propuesta
Desde Alta Mar-.
La Dirección regional del partido Gente Emergente, que dirige el buen amigo Rubén
Malaver, presentó una opción, muy interesante e inteligente, para la candidatura
de consenso que acordó la Mesa de la Unidad Democrática.
El avezado
dirigente político planteó la postulación del joven integrante del Movimiento
Estudiantil, Gerardo Resplandor, lo que a mi juicio es una interesante y acertada
propuesta porque reivindica las luchas de los estudiantes en estas horas
menguadas de la democracia y trata de darle un real y práctico significado a
que significa una candidatura consensuada en la entidad.
Que sea un preso
político, como el caso de Gerardo Resplandor, le da sentido y lógica a la
candidatura por consenso en uno de las dos diputaciones que integran la
circunscripción de los municipios Bolívar, Peñalver y Píritu.
Un consenso alrededor
a un candidato que no amerite tal decisión debilitaría a la plancha demócrata
debido a que le restaría fuerza, por lo menos en esta opción en particular.
Gente Emergente,
como organización, entendió lo que la calle pide y necesita, es decir una
unidad más allá de las apetencias personales, una cohesión con realismo social
y político.
Darle a uno de los
jóvenes secuestrados por las fuerzas del Estado la candidatura acordada por
todos es un mensaje estratégico que coincide con la propuesta política que
enarbolan las agrupaciones que integran la plataforma unitaria en el estado y del
país.
Al momento de
redactar esta columna no tengo la información si el planteamiento de Malaver
tuvo el eco suficiente en el seno de la
unidad, no obstante se debe aplaudir el intento ético y moral de este
dirigente de traer a la discusión política y pública una decisión tan
importante.
Tal vez, la idea de
Gente Emergente no pasó el cerco que en ocasiones se crean para impedir el
avance de semejantes propuestas de apertura y democratización plena, aunque
nada de lo que pudiese ocurrir le resta el valor moral a la iniciativa.
Tengo
entendido, gracias al olfato de sabueso
periodístico, que otras agrupaciones políticas avalaron el planteamiento de
Malaver.
Y ustedes se
preguntarán ¿por qué estoy de acuerdo con la iniciativa? Porque una candidatura
consensuada para un dirigente político cualquiera, y más si es uno de los
actuales diputados, no sería bien vista, porque éstos tienen que presentarse
ante el escrutinio público.
Las candidaturas
por acuerdo tienen que responder a dos casos muy bien definidos y puntuales. El
primero de ellos es en torno a aquel dirigente que posea un liderazgo tal que
ningún otro desee medirse con él y se acepte su candidatura sin ninguna
objeción.
El segundo caso es
aquel donde se busca apoyar a alguno de los presos políticos que mantiene el
régimen en los diversos calabozos del Sebin o de Ramo Verde.
Tal es el caso, que
a nivel nacional, ya se acordó apoyar a Leopoldo López, Antonio Ledezma y
Daniel Ceballos como candidatos por consenso.
Fuera de estas dos excepciones
cualquier abanderado que sea ungido con el “reconocimiento” de ser abanderado
unitario sin pasar por la consulta ciudadana sería una grave violación del
deber ser y de la ética que tiene que arropar las acciones y decisiones de los
demócratas.
Ante todo esto,
reitero que la postulación como candidato de consenso de Gerardo Resplandor es
una buena propuesta.
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