El anti-líder

Columna 2: Mar de Leva

Cuando hablamos de comunicación política el liderazgo se divide en dos tipos: la formación del líder o el nacimiento del anti-líder. El primero es aquel dirigente que posee las características emocionales y de imagen que lo convierten en un icono admirable para sociedad, tanto para aquellos que lo siguen como a quienes lo adversan, el segundo es un personaje aún más complejo debido a los sentimientos que despierta en su entorno.
En el primer caso, el personaje que encabezará la propuesta social o política, tendrá que inclinarse en sus opiniones a la percepción de la mayoría dentro de la opinión pública, e inclusive tanto su cultura, valores e identidad visual, amén de sus códigos y lenguaje deben ser adaptados a las exigencias y gustos de las masas.
Por el contrario el anti-líder es un dirigente que aunque basa su estrategia de manipulación de masas, igual que el líder, en el impacto del empleo de las técnicas de comunicación, éste incentiva sus características propias moldeándolas alrededor de las expectativas de los públicos. Mientras el líder es apreciado incluso por sus detractores, el anti-líder es aquel que irradia tanto amor como odio al mismo tiempo.
Por ejemplo el dirigente nazi Adolf Hitler era un líder que despertaba confianza y sentimientos positivos (en determinados casos) hasta en sus enemigos más encarnizados, por su parte Hugo Chávez ha sido un anti-líder debido que ha despertado en su carrera política tantas simpatías como desprecio, evitando de esta manera construir un ambiente de concordia en la sociedad, sino por el contrario de constante agitación y divergencia.
Los líderes se edifican, los anti-líderes son personas que poseen condiciones innatas en su relación con el colectivo, ambos forman parte de la concepción de la política moderna, para ambos existen mecanismos de marketing y comunicación, ante ellos los públicos se convierten en centros de distribución del mensaje y campo para la "guerra".
Así como existen líderes y anti-líderes estos se subdividen a la vez por su empleo de las artes oratorias (tema de otro artículo), su ideología, su condición social e inclusive su género, y a raíz de cada una de estas vertientes su impacto y reconocimiento en la sociedad toman diferentes aristas y características dispares.
De este modo el anti-líder en cualquiera de sus vertientes, ya antes nombradas, es un fenómeno social que en cuanto en cuanto aparece en las escena de cualquiera tragi-comedia política tanto en el mundo desarrollo, en vías de desarrollo o en el tercer mundo.

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