Generar opinión, consolidar imagen

Columna 2 Mar de Leva

Los líderes políticos además de carismáticos y consistentes en su afán y discurso, deben permanecer en contacto directo con los ciudadanos además de fortalecer su imagen de cultura e inteligencia. Ser un articulista de fondo puede ser una herramienta excelente para que el dirigente se consolide entre los lectores como un hombre preocupado e informado de lo que acontece en su alrededor.
Mantener un espacio de opinión, en los medios impresos, como en los tecnológicos (páginas web, perfil de facebook, blogs), resalta el talento académico del dirigente y se mantiene activo en la proliferación y producción de mensajes hacia los públicos meta. En Venezuela desde hace unos años varios dirigentes políticos han encontrado espacios de opinión en medios de cobertura nacional, así es el caso de Gerardo Blyde, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Julio Borges, Oswaldo Álvarez Paz, Hugo Chávez, entre otros, quienes refuerzan sus ideas y criterios a través de estos espacios.
Nunca es desdeñable para ningún político un espacio de opinión y más si este es permanente, siempre alguien lo lee, comparta o no los criterios esgrimidos por el dirigente.
Una frase que cita así: "Los hechos son sagrados, el comentario es libre", puede adecuarse con facilidad al tema de este escrito, mientras que los actos que adelante el dirigente son reflejados por la pluma del periodista para bien o para mal, su artículo siempre resaltará las bondades intelectuales de su redactor.
Si el espacio de opinión persiste en el tiempo se deberá a que fue siempre conciso en sus comentarios, renovador en sus temas, coherente en la estructuración de su discurso y por encima de todo sencillo en su redacción. El líder de incidencia intelectual no es aquel que habla con retórica y con un diccionario de sinónimos y antónimos al lado sino el que posee el vasto conocimiento de hacer sus artículos accesibles y ligeros para todos.
Una columna de opinión semanal hace que el dirigente escriba sobre los temas que les interesan a sus seguidores o posible simpatizantes, lo convierte en un interlocutor válido de los padecimientos de los ciudadanos, lo que reforzará la percepción que posee el público sobre él, valorándolo no solo como un político sino como un servidor que defiende los intereses colectivos.
El buen político debe leer y estar informado, pero también dejar un legado intelectual, y ese camino se empieza escribiendo opinión, nadie elige a un dirigente sino reconoce en éste una fuerza que puede ser carismática o intelectual.
@jdsolorzano
www.josedionisiosolorzano.blogspot.com

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