A Ramón Guillermo
Desde Alta Mar-. Hace unas horas Ramón Guillermo Aveledo anunció al
país su renuncia a la Secretaria Ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD), por esta razón dedicaré las próximas líneas a esbozar una serie de
consideraciones al respecto de esta noticia.
Primeramente Aveledo fue tajante
al aclarar que se iba de la secretaria de la MUD y no de la Mesa misma y
expresó que “sólo cambiaré mi trinchera de lucha”, lo cual merece todo nuestro
reconocimiento.
Ramón Guillermo logró encausar
durante un cierto tiempo las acciones de la Mesa de la Unidad Democrática, le dio
piso político a las candidaturas de Henrique Capriles Radonski a tal punto,
para ser conservadores, alcanzamos sumar en torno al hoy gobernador de Miranda
el 50% de la población nacional.
Este dirigente de compleja,
profunda y reconocida formación política, un avezado demócrata cristiano, le
dio prestancia a la Unidad en el país y orientó parte de las políticas nacionales
de quienes nos oponemos al régimen.
Con mucha serenidad, ponderación
y sapiencia él condujo a la Unidad por los caminos de la certeza en medio de la
vorágine que ha significado un oficialismo sin líder único.
No obstante las divergencias y
contradicciones internas entre los dos sectores que conviven dentro de la MUD
se fueron acrecentando hasta dejar honda huella en nuestro quehacer público.
Algunos lo llaman los racionales
vs. Los emocionales, aunque la verdad es que ambos sectores eran plenamente
emocionales, la diferencia era el tipo de emoción que los dominaba.
Uno de los pocos racionales en el
manejo de la política es sin lugar a dudas Ramón Guillermo Aveledo, quien se
mantuvo fiel a sus principios y consecuente con sus acciones a pesar que éstas
en algunos momentos no coincidían con otras posiciones más beligerantes.
Ramón Guillermo dejó, a su paso
por la dirección de la MUD, una
demostración de que la prudencia no debe estar divorciada de las pasiones
humanas y que la inteligencia es un factor determinante para las circunstancias
más difíciles.
Su renuncia a la Secretaria
Ejecutiva deja un vacío de racionalidad en la dirección, no obstante su
decisión es por demás acertada.
¿Por qué respaldamos la posición
de Ramón Guillermo? Porque nadie puede eternizarse en la conducción de un
movimiento, país o grupo, se deben abrir espacios para nuevas ideas y sangre
nueva que dé giros renovadores a la dinámica constante.
Ramón Guillermo hizo lo que tenía
que hacer, como humano que es pudo haber errado en algunos tópicos y acertado
en otros, sin embargo la historia y
nosotros debemos juzgarlo con la benevolencia que se gana un servidor sin
apetencias personales o mezquinas, como fue su caso.
El ahora ex secretario de la
Unidad es un demócrata en toda la extensión de la palabra por eso estoy seguro
que en cualquier posición que él escoja o que el buen Dios tenga preparada para
él la asumirá con la gallardía de los hombres de compromiso y con la
responsabilidad con la que se ha caracterizado.
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