Los silencios en política
Mar de Leva-. "Lo más importante de la comunicación es escuchar
lo que no se dice" Peter Drucker.
El silencio en las comunicaciones
políticas es muy importante.
¿Qué callan los políticos? ¿Por
qué no toman posición sobre algún tema en particular?
En ocasiones muchos políticos
prefieren no abordar un asunto determinando, mostrándose incómodos cuando,
durante una entrevista, foro o asamblea, son abordados sobre el mismo.
En muchas oportunidades lo que
callas dice más de ti que lo que dices.
Por ejemplo recientemente en
Venezuela luego del encarcelamiento del dirigente político de la oposición
Leopoldo López, el silencio que por días mantuvo el excandidato presidencial de
quienes se oponen al régimen, Henrique Capriles Radonski, dejó entrever que las
relaciones no estaban bien entre ambos actores públicos.
Richard Nixón, por su parte, fue
obstinado en mantener en silencio cierta información sobre el caso Watergate.
¡Entonces! Los analistas de campaña quienes se agrupan
en lo que suele denominarse el “cuatro de
guerra”, que estudian los movimientos de los adversarios, deben detectar
qué temas el rival esquiva o suele envolver en retórica para hablar mucho y
decir poco.
Encontraremos más información en
los silencios de un político que en mil discursos pronunciados.
La palabra es un arma infalible
en el debate político, no obstante el silencio puede ser una bomba atómica si
cualquiera de los sectores en pugna lo saben emplear para su provecho.
La asesora en comunicaciones,
Ángela Paloma Martín, en su trabajo: “El
Silencio como Estrategia Política” concluye aseverando que:
“El silencio como estrategia política depende del contexto, del partido,
del líder, de la situación de que se parte y también del clima en el que se
actúe. Pero el silencio como estrategia sólo tiene un fin único, un único
objetivo: que quien lo emplee, sea quien sea quien lo haga, le beneficie”
Los dirigentes públicos que se
niegan a tratar un tema puntual son rápidamente abordados por las inquisitorias
lucubraciones de los periodistas y opinadores de oficio que comienzan a
estructurar conjeturas sobre la falta de posición oficial.
¿Qué pasa si callamos sobre un
tema y amigos de la campaña inician un proceso de divulgación de contenido
respondiendo a ese silencio creando una matriz pública que beneficie al
candidato? Si la estrategia y táctica de campaña está bien trazada, un silencio
puede convertirse en un mecanismo de reafirmación de un tema ubicado ya en la
psiquis de los electores.
De allí se puede desprender una
de tantas características positivas del silencio.
Si por el contrario no poseemos
una clara estrategia comunicacional y el silencio es aprovechado por el rival
para posicionar una explicación ventajosa para él entonces sencillamente
estamos en problemas.
En el portal www.importancia.org se afirma que el
silencio dentro de las obras dramáticas como también en la comunicación diaria posee
un impacto significativo.
Un profundo silencio o pausas
entre las palabras puede tener mucha más significación que los mismos momentos
en los que se está hablando. Un actor en plena escena puede dejar en suspenso a
la audiencia gracias a un medido silencio, ¿y los políticos no son en cierto
modo actores en el escenario de la realidad pública?
Como el buen actor el buen
político, siendo comunicador, puede emplear el silencio a su provecho, aunque
siempre debe tener presente que es un cuchillo afilado y con doble filo.
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