Neurocomunicación en política
Mar de Leva-. En el portal de Consultores de Neuro- comunicación de
Argentina se lee lo siguiente: La
Neurocomunicación es muy diferente a cualquier otro método tradicional. Su
efectividad no depende de la voluntad ni de la fe del individuo asistido. Se
basa, fundamentalmente, en la aplicación de técnicas codificadas que permiten
el reencuadre de aquello que produce el trastorno, anomalía o malestar. No es
terapia psicológica, sino sencillamente aprendizaje y re-aprendizaje de formas
eficaces de usar el pensamiento.
Lo que decimos siempre ha sido
muy importante, lo que transmitimos es aún más esencial.
El proceso comunicacional se ha
venido revolucionando, y en estos días del siglo XXI los mecanismos para
expresarnos son más múltiples y a la vez fáciles y complejos.
Los métodos de comunicación se
han expandido. Hoy además de los medios de comunicación tradicionales existen
herramientas modernas que nos exigen formas diferentes para expresar nuestras
ideas y entre ellas mismas existen diferencias en la forma como se plantean los
mensajes.
La “neurocomunicación” que emerge
tomada de la mano de la “neurociencia” es parte de esa nueva concepción y
ampliación de las formas de ver y concebir nuestros medios de comunicación en
un mundo mucho más conectado y donde los efectos de nuestras interrelaciones
son más permanentes.
La política siempre se ha visto
afectada por el lenguaje y las distintas maneras de como los políticos utilizan
los mensajes para acceder a un propósito determinado.
Los oradores romanos y griegos
eran parte de una cúpula política que en la “Democracia griega” y en la
“República Romana” tuvieron un papel importantísimo.
El discurso político ha sido
indispensable para lograr posicionarse entre el pueblo incluso en regímenes
poco democráticos.
El siglo XX fue la época donde
más avanzamos, hasta ese momento, en el tema de las comunicaciones y el efecto
de éstas en los procesos sociológicos y políticos de la humanidad entera.
Más allá de la imprenta, que fue
la primera gran revolución en el proceso de difusión de ideas y contenidos, el
cine y la radio aparecen para darle una concepción diferente al proceso de
información y multiplicación de mensajes, mientras que la era de la televisión
significó otro paso en medio de ese constante camino hacia el “progreso y
democratización” de la información.
Hoy en el siglo XXI en medio de
la época de las Redes Sociales y por ende de la real horizontalización del
proceso comunicacional, nos encontramos con estudios que superan el “Por cuál
canal hablo” para llegar al aspecto más importante de todos “qué digo y cómo lo
digo”.
De aquí la importancia
transcendental de los mecanismos de evaluación
de nuestros mensajes y el impacto de esto en los públicos metas.
La Programación Neurolingüistica
(PNL), la neurocomunicación, hacen su llegada arropadas por los mantos de una
iluminación de profundidad en las comunicaciones interpersonales y de masas.
La observación, el análisis de la
comunicación no verbal y la identificación de los perfiles de nuestros
interlocutores por las palabras que emplean y las diferentes expresiones que
utilizan, son indispensables para lograr metas en el ámbito comunicacional.
¿Qué más importante para un
político que conocer, en campaña o no, lo que piensa o motiva a un elector? Si
podemos a través de uso de los métodos de la neurocomunicación determinar
inclinaciones psicológicas de importante sector de la población, empleando por
ejemplo un estudio de las expresiones que usan a la hora de redactar un
mensajes por Twitter, lograremos aumentar nuestra capacidad comunicacional y de
relación psico-emotiva entre el candidato y sus electores.
La comunicación cada día es más
científica, más indispensable y más vital.
Twitter: @jdsolorzano
Comentarios
Publicar un comentario