El enemigo necesario
Mar de Leva-. Para Adolf
Hitler el comunismo era el brazo político del judaísmo. El líder del partido
Nazi llegó a aseverar que los judíos eran los promotores de las revoluciones
bolcheviques y que éstos eran los financistas de todo movimiento comunista.
Era la necesidad en comunicación
política de crear un enemigo único, fuerte, temible y desdeñable.
Hitler supo unir la religión
hebrea con el comunismo debido a que el fundador del socialismo científico y
autor del Manifiesto Comunista, Karl Marx, era un judío converso.
Diseñó su historia, construyó al
enemigo, le puso ojos, brazos, garras y lo divulgó por toda Alemania: Le
funcionó.
Francisco Franco, heredero o
usurpador del legado del falanguismo español, de acuerdo como usted lo quiera
ver, fue enfático y reiterativo al indicar que el comunismo era una obra de la
masonería anti cristiana y eran los enemigos de grandeza ibérica.
Para el llamado Generalísimo
desde la sombras acechaba la “confabulación judeo-masónica unida
al comunismo internacional”.
Lo cierto es que ambos líderes
tuvieron la necesidad de estructurar un enemigo amorfo aunque totalmente
temible.
En Venezuela Hugo Chávez, desde
la izquierda, también realizó lo propio y unió al denominado “imperialismo
gringo” con sus “lacayos nacionales: los burgueses opositores” con lo cual el
dirigente socialista mezclaba a la oposición nacional con un rival superior los
Estado Unidos de Norteamérica.
Chávez fue constante en su diseño
del enemigo, luego de unir oposición nacional con el imperialismo yanqui,
empezó a calificarnos de fascistas, para determinar que su mentalidad izquierdista
era el “bien”, mientras que sus enemigos “fascistoides” era lo negativo.
Juan Domingo Perón aseveró: "Yo
sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección; pero
nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos
directamente a ellos, sin dejarnos influir por los que tiran desde la derecha
ni por los que tiran desde la izquierda."
El líder del justicialismo
argentino también precisaba sus enemigos necesarios, él indicó que el
“gorilismo” militar era la reacción hacia un pasado de derecha oprobioso,
mientras que la izquierda no significaba ningún tipo de avance real para la
nación sudamericana.
En pocas palabras Perón asevera
que el capitalismo era el generador de todos los males del mundo y su peor
consecuencia era el comunismo, igualmente malo, de allí exclamó que: “Sin
capitalismo el comunismo no tendría razón de ser, creemos igualmente que,
desaparecida la causa, se entraría en el comienzo de la desaparición del
efecto."
Todos tuvieron que construir,
desde sus perspectivas, un enemigo que esté a su medida.
Las comunicaciones políticas
deben estar divididas entre el bien, que es nuestro candidato, y el mal que es
quien representa nuestro oponente.
Si no existe un mal ¿para qué
necesitamos lo bueno?
Si todos son iguales ¿cuál es la
diferencia de votar por uno o por otro?
Para alcanzar la victoria
electoral tenemos que diseñar un proceso comunicacional que le explique a
nuestros electores la necesidad de nuestro liderazgo, debemos “devalar” las
verdades ocultas de nuestros rivales y “desenmascararlos” frente a los
electores.
Cuando hablamos de un enemigo
superior actúa un proceso psicológico importantísimo en las masas, lo que nos
permitirá poseer un mayor impacto en la opinión pública permeando en él
nuestros mensajes estratégicos.
Comentarios
Publicar un comentario