El inconsciente en lo político
Mar de Leva-. ¿Qué es el inconsciente? es el estado de la
mente que se encuentra oculto, es una zona en la que se guardan todos los
recuerdos y sensaciones.
En pocas palabras es la mesita de
noche donde colocamos todos aquellos secretos que recordamos y aquellos que ni
siquiera podemos traer a la mente con facilidad.
El maestro Sigmund Freud trabajó
toda su vida sobre este espacio de nuestra capacidad cerebral y descubrió todos
los intríngulis de este universo que habita dentro de cada uno de nosotros.
Lo que pensamos, lo que razonamos,
lo que creemos y lo que aprendemos, usted como yo, lo podemos manejar y dominar gracias al
consciente, que es la parte conocida de la mente, la cual es producto a su vez del
inconsciente.
Según Freud, al aislarse el
inconsciente como concepto operativo es posible abordarlo desde tres
perspectivas diferentes:
“En un primer lugar vemos un
inconsciente descriptivo que carece de la cualidad de conciencia pero que sin
embargo puede tenerla. Esta primera forma del inconsciente es todo aquello que
no se encuentra en la consciencia o la atención en este momento y se encuentra
latente. Esta instancia se asemeja más al preconsciente que al inconsciente
tomado en el sentido del psicoanálisis”
Por otro lado, el padre del
psicoanálisis, asevera que “encontramos
un inconsciente dinámico que se encuentra como causa eficiente de ciertas
conductas no sabidas por el sujeto, estas representaciones no sabidas o
reprimidas llegan a la conciencia, deformadas mediante los mecanismos del
inconsciente”.
Y por último tenemos el “inconsciente
sistemático que es el más importante. De éste se explica que es un sistema con
procesos y reglas específicas de funcionamiento en la que se orientan todos los
contenidos de la psique”.
Entonces qué papel juega el
inconsciente en las comunicaciones políticas.
Si durante la campaña electoral
podemos encontrar los elementos característicos de un determinado segmento de
la población que coinciden en la carga de información en la psiques que dibujan
patrones de determinados conceptos y comportamientos, podemos trabajar en los
procesos comunicacionales que nos permitan vincularnos con ellos y crear de
esta forma empatía y ésta a su vez se transformará en votos.
La información es la clave de un
triunfo electoral. Si desde el comando de campaña conocemos los mecanismos
inconscientes de nuestros electores, sí logramos amasar la información de los
secretos más internos de la mente de nuestros posibles votantes entonces
podremos crear una vinculación plenamente emotiva entre ellos y nuestro
candidato lo que nos facilitaría tener ventaja en el proceso comicial.
¡La joya de la corona! El manejo
psico-emocional de la campaña comprende herramientas comunicacionales y el
manejo exacto de la cultural histórica de los pueblos, de sus rasgos
sociológicos, de sus creencias populares y misterios más característicos, de
aquí desprendemos los detalles del “sueño colectivo” y de los “temores
comunes”.
Muchos de los grandes líderes de
la humanidad han sido hombres que empíricamente o no, han logrado crearse un
lapso comunicante entre ellos y las inmensas masas de la población.
Las comunicaciones ubicadas en el
inconsciente, aquellas que despiertan las emociones más oscuras e íntimas,
serán a su vez las más efectivas para lograr la meta del triunfo.
La principal urna en un proceso
comicial está ubicada en el cerebro de cada elector, ¡Ni más, ni menos!
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